Ocho de cada diez futuros profesores de enseñanza básica y media ingresan a carreras con más de 4 años de acreditación

17 de Enero de 2020
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Según los datos para el año 2017, que reflejan un aumento de matrícula en las carreras de acreditación media o alta. Sin embargo, el informe advierte de un déficit de docentes en el corto y largo plazo en estas dos áreas.

Los candidatos/as para las carreras de formación docente están ingresando a programas de mayor nivel de calidad en términos de años de acreditación. Así  lo refleja el aumento de matrícula en carreras de pedagogía entre los años 2011 y 2017: en 2017, los programas de acreditación “alta” (6 a 7 años) y “media” (4 a 5 años) concentraron al 82,3% de alumnos de primer año en pedagogías de enseñanza básica y al 81,5% de pedagogía en enseñanza media. Es una de las conclusiones del Informe del Observatorio Docente, iniciativa del CIAE del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, que analiza los cambios en la matrícula de primer año en las carreras de Pedagogía (Educación Diferencial, Educación Parvularia, Educación Básica y Educación Media), según los años de acreditación de las instituciones.

El informe señala que si bien la matrícula de primer año de las carreras de Educación cayó en un 27,3% en 2017 respecto de 2011, esta caída no se distribuyó de la misma forma según tramo de acreditación. Así, la matrícula en programas de alta acreditación (6 a 7 años) mostró un importante incremento, pasando de 4,6% del total de carreras de Pedagogía en 2011, a 21,9% en 2017. Asimismo, la matrícula en programas de baja acreditación descendió desde 45,6% del total de la matrícula en 2011 a 12,7% en 2017. Mientras que la matrícula en programas de acreditación media pasó de 27,6% a 46,7%. De esta forma, ocho de cada diez matriculados en las carreras de pedagogía básica y media en el 2017 estaba en programas de media o alta acreditación (4 años o más).

“El informe se centra específicamente en los cambios de matrícula de los primeros años entre el 2011 y el 2017 y concluye que si bien ella sigue una tendencia de disminución, ésta tiende a concentrarse en los programas de formación docente de baja acreditación (3 o menos años), mientras que aumenta en los de alta acreditación (6-7 años) y de media acreditación (4-5 años)”, explica Beatrice Ávalos, académica del IE e investigadora del CIAE. 

Para el académico del IE e investigador del CIAE, Juan Pablo Valenzuela, la alta cantidad de estudiantes en programas de más acreditación es una gran noticia: “Existe un mejoramiento sostenido en la calidad de los programas de formación de profesores chilenos, tanto por el incremento de la acreditación de carreras existentes, el cierre de las no acreditadas y el incremento de los puntajes de aquellos que acceden a estudiar pedagogía”.

Crítica situación de educación básica

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Sobre la evolución de la matrícula por tipo de pedagogía, el documento advierte que fueron las carreras de Pedagogía en Enseñanza Básica y Media las que experimentaron las mayores bajas. En educación básica, “si solo se considera la matrícula universitaria del nivel, se tiene que en el año 2017 se matriculó un 50% de los estudiantes matriculados en 2011, siendo una cantidad aún menor si se incluye en el total a la matrícula de los Institutos Profesionales”, advierte el informe.

Sin embargo, el informe advierte que considerando que el conjunto de la matrícula en programas de alta y media acreditación corresponde en la actualidad a más del 80% del total de la matrícula del nivel, y que la matrícula en programas de baja acreditación es baja (comparado con el 53,7% en 2011), no es esperable un aumento mayor de futuros profesores de esa especialidad en los próximos años. “En la situación actual no hay mayor posibilidad de aumento de las matrículas en programas de alta y mediana acreditación, por tanto, a menos que se establezcan nuevos programas, se observará una falta de nuevos profesores en el corto y mediano plazo para cubrir las necesidades del sistema educacional”, dice Ávalos. 

En las carreras de enseñanza media, el informe advierte que la matrícula total de primer año cayó en un 45,3%. Además, la cantidad de programas activos ha caído fuertemente en los últimos años desde 395 en 2011 a 258 en 2017. El 60% de los matriculados de primer año en 2017 estaba en programas de acreditación media y el 22,5% en programas de alta acreditación.

“Existe una tensión relevante: puede que la reducción en la matrícula de los nuevos estudiantes en estos programas sea más rápido que el incremento de nuevos programas y el aumento de la oferta de los existentes, lo que nos lleva a una situación crítica, pues tener un déficit de profesores conlleva que otras personas harán clases (no profesores, profesores en formación, retorno de docentes de formación de bajos estándares de calidad, entre otros) y ellos no se distribuirán en forma homogénea entre los colegios, sino que tienden a concentrarse en colegios de mejor desempeño y más vulnerables”, advierte Valenzuela.

En ese sentido, el experto aclara que en regiones extremas puede darse el escenario de que “no contemos con suficientes matriculados para responder a las necesidades territoriales, lo que puede acarrear que financieramente sea insostenible la mantención de estos programas”.

En contraposición, los matriculados de primer año en carreras de educación diferencial aumentaron 36% en el mismo periodo. De ellos, en el 2017, el 10% estaba matriculado en programas de alta acreditación y el 27,8% en programas de acreditación media.

La matrícula de primer año de pedagogía en educación parvularia aumentó un 10% en el mismo periodo. En 2017, el 18,4% estaba en carreras de más de 6 años de acreditación y el 34,8% en programas de más de 4 años de acreditación.

Respecto del tipo de institución (universidades del Consejo de Rectores o privadas) el informe señala que las universidades CRUCH han logrado mantener e, incluso aumentar, la matrícula de primer año en las pedagogías de enseñanza media, educación parvularia y educación diferencial. La excepción es educación básica, que se mantuvo estable.

El informe señala que si bien la gratuidad y otros beneficios, como la Beca Vocación de Profesor, permitieron a candidatos calificados estudiar en programas con acreditación mínima de 4 años y adscritas al Sistema Único de Admisión, ello no resuelve la necesidad de asegurar una oferta suficiente de docentes de enseñanza básica y media en los próximos años y a lo largo del país. “Es necesario, entonces, aumentar los cupos en programas universitarios de calidad y mejorar la calidad de otros programas existentes a lo largo de todo el territorio de modo de asegurar la oferta de docentes calificados”, concluye. 

Las fluctuaciones de matrícula deben ser observadas año a año para poder determinar el grado en que pueden afectar el sistema educativo, especialmente las de Educación Parvularia y Básica, y determinadas especialidades de Educación Media.  Es importante también verificar si sigue habiendo preferencia por programas con mejores niveles de acreditación, y cómo se comportan estos indicadores según región del país”, concluye Ávalos.    

Al respecto, Valenzuela señala que “l a mayor exigencia en calidad es relevante, pero tiene que ser compatible con el incremento de oferta de programas de calidad e interés de más jóvenes”. Por ello, propone algunas medidas como monitorear el sistema regularmente; incorporar dimensiones territoriales; incrementar aranceles de referencia para formación de profesores; generar incentivos para relocalización de docentes entre los territorios; y monitorear la efectividad de los docentes a partir de las políticas de formación inicial y continua.


Fuente: Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: formación docente   acreditación universitaria  
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