Estudio indagará en la importancia de las habilidades espaciales para mejorar el ingreso de mujeres a carreras científicas y matemáticas

02 de Junio de 2016
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Las habilidades visuales y espaciales son la capacidad para generar imágenes mentales, rotarlas y transformarlas y está directamente relacionada con el rendimiento y la posibilidad de seguir carreras de ingenierías, ciencias y matemáticas. Seminario que se realizó el martes 7 de junio en el CIAE abordará este tema, entre otros.

En los años 60, un ambicioso proyecto de investigación en los Estados Unidos siguió a 440 mil niños a lo largo de todo el país, durante once años. Entre sus conclusiones, el denominado Proyecto Talent encontró, por ejemplo, que el nivel socioeconómico de las familias es más importante para los resultados educacionales que cualquier característica del colegio y que los estudiantes que participan de actividades extra-programáticas o ejercen roles de liderazgo tienen mejores salarios cuando están en el mercado laboral.

Los datos del Proyecto Talent siguen originando estudios, hasta la actualidad. Uno de ellos analizó la información de quienes habían seguido carreras ligadas al área de las ciencias, ingeniería y matemáticas, que suelen llamarse con el acrónimo STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), y encontró que existía una alta relación entre las habilidades espaciales y la posibilidad de seguir esas carreras y llegar a los más altos grados en ellas (doctor, versus licenciado).

“Las habilidades visual y espacial se refieren a la capacidad para generar imágenes mentales, rotarlas y transformarlas”, explica Juan Cristóbal Castro-Alonso, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile. Es una de las tres habilidades cognitivas específicas más importantes para el aprendizaje y el trabajo. Las otras dos: las habilidades cuantitativa y verbal, por ejemplo, son frecuentemente medidas en test, como los que miden el coeficiente intelectual, o en pruebas estandarizadas, como el Simce o la PSU. Las tres habilidades están correlacionadas, de manera que alguien que posee una habilidad cuantitativa superior, también tiende a tener altas las habilidades verbales y espaciales. Sin embargo, el balance entre ellas puede variar significativamente entre las personas.

“La evidencia da cuenta de que los hombres suelen tener mejor rendimiento en los test que miden la habilidad espacial, particularmente la rotación mental”, puntualiza Castro-Alonso. Ello explicaría su masivo ingreso en carreras ligadas a la ingeniería, ciencias y matemáticas, en desmedro de las mujeres. ¿Las causas? Hay biológicas y sociales. Dentro de las primeras, algunos estudios muestran que la testosterona tendría un efecto potenciador. Mujeres con enfermedades que implican tener más altos los niveles de testosterona, podrían tener mejor rendimiento en pruebas que miden alguna habilidad espacial. Dentro de las causas sociales, el ambiente en la infancia juega también un rol crucial, según la evidencia. “A los niños se les entrena desde pequeños en estas habilidades espaciales: se les regalan más juegos de encaje, como Lego, y se les hace practicar más deportes de puntería, como el fútbol, que potencian dichas habilidades”, dice Castro-Alonso.

Por eso, la investigación que encabeza Castro-Alonso, financiada por el Programa de Atracción e Inserción de Capital Humano de Conicyt, busca comenzar a dilucidar si la estimulación de las habilidades espaciales y visuales puede llegar a ser más determinante que la sola influencia del género.

Para ello, el equipo del CIAE desarrollará tests en computador para medir una habilidad espacial, la rotación mental, además de otras habilidades visuo-espaciales. Las pruebas se aplicarían en hombres y mujeres de distintas edades y de disciplinas STEM versus disciplinas humanistas.

¿Los resultados esperados? Que a los hombres les vaya mejor que a las mujeres, que a los científicos mejor que a los no científicos y, lo más importante, que a las mujeres científicas les vaya mejor que a los hombres no científicos. “Esto demostraría la importancia de la educación y del entrenamiento por sobre el género”, explica el investigador. En otras palabras, que es necesario incentivar el desarrollo de las habilidades espaciales y visuales en las niñas, regalándoles juegos como puzles, Lego y juegos de ciencia. “Hay que romper el estereotipo de que el hombre es el científico y para ello, se debe partir desde pequeños”, concluye el investigador.

Los avances del primer año de la investigación –que dura dos años- fueron presentados el martes 7 de junio en un seminario que abordó la enseñanza y aprendizaje de STEM en las aulas, y que es organizado por el CIAE. 


Fuente: Elizabeth Simonsen - Comunicaciones CIAE

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