Jari Lavonnen: “La gente necesita saber que es parte de las reformas”

30 de Agosto de 2019
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El ex decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, participó del CIIE, donde explicó las claves para lograr una buena reforma: involucrar a los actores, planificación y plazos adecuados y recursos para implementarla.

El sistema educacional finlandés es un modelo a seguir, para muchos países. Sin estándares ni accountability, logra buenos resultados en las pruebas internacionales. Sus profesores son formados en universidades de alta calidad, en estrecha colaboración con la investigación, y en las aulas tienen plena autonomía para desplegar estrategias para que sus estudiantes aprendan.

“En Finlandia, cada formador de docentes tiene un doctorado y los programas de formación docente están basados en la evidencia. Esta orientación a la investigación es parte del profesionalismo docente”, explica Jari Lavonen, ex decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki y actual jefe del Departamento de Matemáticas de esa institución, quien fue invitado por el CIAE, con ocasión del Congreso Interdisciplinario de Investigación en Educación (CIIE 2019), organizado por la Asociación Chilena de Investigadores en Educación.

Sin embargo, cada cierto tiempo, Finlandia realiza una mirada crítica a su sistema y eso fue lo que hicieron a partir de 2015, cuando se preguntaron, entre otras cosas, cómo mantener la equidad, de manera de que cada estudiante tenga la misma posibilidad de recibir una educación de calidad; qué nuevas habilidades y competencias deben tener los y las docentes para enfrentar las aulas cada vez más multiculturales; y qué deben aprender los estudiantes en la escuela para enfrentarse a los desafíos del futuro.

Entonces el país inició un proceso de reforma de su formación docente. Un comité de expertos y docentes se reunió para analizar cuál sería el benchmarking o el punto de comparación al cual mirarían y para hacer una profunda revisión de la literatura con el fin de  respaldar sus decisiones con evidencia. “Nuestra revisión de bibliografía nos dio muchas ideas interesantes, pero puede ser difícil llevar algunas a la práctica. No es fácil argumentar qué tipo de competencia necesita un docente”, explicó Lavonen en el CIIE 2019.

El siguiente paso fue convocar a un brainstorming o lluvia de ideas a nivel nacional, en el que participaron docentes, sindicatos, formadores de profesores y stakeholders.  A todos ellos se les invitó a pensar qué debía ser lo importante en la formación docente. “Se generaron redes, y se invitó a pensar ideas, para luego evaluarlas y finalmente categorizarlas o rankearlas”, explicó Lavonen.

Más tarde, nos contaría por qué es importante un proceso de brainstorming para una reforma: “El conocimiento no está todo en el ministerio. Si quieres realmente implementar las ideas, debes escuchar activamente a todas las personas. La gente debe sentir que también son dueños de las nuevas ideas, que son parte de las reformas. Y con esto siempre llegan ideas frescas desde la audiencia. Ese brainstorming es, de alguna manera, una guía para llevar a la gente a una conclusión común, ellos participan en la elaboración de la idea, pero también en su evaluación”, nos dijo.

También nos explicó que en la reforma al currículo, escucharon a las familias; mientras que en la reforma a la formación docente, participaron estudiantes universitarios y sindicatos docentes, que fueron claves: “Los sindicatos de docentes han aprendido que es importante sentarse a la mesa a conversar. El desafío es planificar juntos, lograr consensos y luego tener dinero para implementar”.

La importancia de los plazos

Los plazos fueron otro factor fundamental en el cambio planificado en Finlandia: al menos 3 años para pensar y planificar, 5 para implementar y revisión cada 10 años. “Si hay reformas con demasiada frecuencia, no tienen efecto. Porque los profesores saben que no es necesario adaptarse al cambio en curso, porque pronto vendrá algo nuevo. Eso pasó en España e Italia, donde hubo una sucesión de reformas y no pasó nada. En educación, para lograr cambios, necesitas políticas de largo plazo”, indicó.

Junto con los plazos, una reforma debe tener recursos, durante el proceso de implementación y también para investigación.  “El proceso de implementación no solo debe tener dinero para cosas prácticas, sino también para la investigación que sustente la toma de decisiones”, explicó. Por eso, se destinaron recursos para proyectos pilotos, que enfatizaban la colaboración entre las universidades.

“Qué aprendemos del caso finlandés: la planificación es clave, hay que empoderar a los docentes y formadores de docentes, los recursos deben ser sostenibles y continuos y debe existir un aseguramiento de la calidad”, resumió Lavonen.


Fuente: Elizabeth Simonsen - Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: Jari Lavonen   formación docente   reformas   Finlandia  
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