La pandemia por COVID-19 ha obligado a millones de estudiantes de distintos niveles educativos en todo el mundo a estudiar desde sus hogares, en una situación inédita a nivel global. Por un lado, se han integrado al proceso educativo tecnologías digitales y, por otro, dicha integración ha sido en un contexto de emergencia. Esto marca una diferencia respecto de la educación online, definida como una modalidad diseñada y adaptada a ciertas necesidades educativas de las personas, quienes optan o se encuentran ya dispuestas a iniciar procesos formativos no presenciales.

En este nuevo escenario de aprendizaje remoto, algunas de las interrogantes que surgen son cómo los estudiantes se perciben a sí mismos en aspectos como la motivación por seguir estudiando y cómo perciben sus habilidades en el uso de la tecnología; qué dificultades han enfrentado en el acceso digital y de conectividad a la educación remota y cómo las han solucionado; qué apoyos han enfrentado de parte de las familias. Y cómo es posible desarrollar habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico o el trabajo colaborativo, en este escenario.

Estas son algunas de las temáticas que busca responder un estudio realizado por académicos del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la U. de Chile e investigadores del CIAE -y financiado por el fondo de investigación del Consejo Nacional de Educación 2021-. El estudio involucrará a cerca de 4 mil estudiantes de educación técnica superior, que cursan su segundo año de carrera en dos institutos profesionales y dos centros de formación técnica, de amplia cobertura nacional. “En el sistema chileno se han mantenido muy separadas la educación media TP de la educación superior TP. Hasta ahora, sabemos más de la educación Media TP, mientras que la educación superior técnico profesional, ha sido menos atendida por la investigación”, dice Patricio Cabello, académico del IE y uno de los responsables del estudio, junto a Patricio Felmer y Farzaneh Saadatti (ambos investigadores del CIAE de la U. de Chile).

Pese a que comúnmente se asume que los estudiantes de educación superior hoy son nativos digitales, la evidencia muestra cada vez más que no todos tienen las mismas herramientas, habilidades ni acceso a tecnologías digitales. Por otra parte, el panorama en cuanto a la experiencia de aprendizaje ha cambiado sustantivamente. “Antes el estudiante estaba solamente enfrentado a tener que usar una plataforma para descargar material de clases, usar el sistema de intranet para ver sus notas y tomar ramos y eventualmente enviar correos al docente. Ahora se está generando toda una transformación digital en la experiencia de la educación, donde se hace necesario el uso de muchas otras herramientas que abren otras opciones, como las actividades digitales sincrónicas”, explica Cabello. Sin embargo, este nuevo horizonte de posibilidades se encuentra con un contexto diverso y desigual, donde se aprecian claras dificultades de acceso digital, como estudiantes que no tienen computador o que cuentan con uno para toda la familia; dificultades en el acceso a internet, etc.

Ante este escenario, entonces la investigación se centra en tres aspectos fundamentales. El primero son los componentes motivacionales que se activan ante la formación a distancia a través de medios digitales en el contexto de la Educación Superior Técnico Profesional. El segundo es la caracterización de la relación que los y las estudiantes establecen con las tecnologías digitales orientadas al aprendizaje, en términos de cercanía y distancia. Y en tercer lugar, la investigación se enfocará en comprender las experiencias con tecnologías digitales en la formación durante el periodo de emergencia sanitaria, obteniendo tanto apreciaciones generales, como relatos personales respecto de las dificultades y oportunidades que han surgido en el proceso.

Fuente: Elizabeth Simonsen - Comunicaciones CIAE