Académicos y docentes coinciden en la urgencia de revincular a niños y niñas con la educación parvularia

25 de Enero de 2022
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En webinar, se analizaron los resultados de encuesta a 17.746 familias sobre la educación parvularia en pandemia, realizada por el CIAE, UNICEF, Integra, la Subsecretaría de Educación Parvularia, JUNJI y la Dirección de Educación Pública.

El año 2021 terminó con solo un 43% de los niños y niñas asistiendo, al menos, un día por semana a los establecimientos. Así lo reveló un estudio realizado entre 17.746 familias por el CIAE del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile; la Subsecretaría de Educación Parvularia, la Dirección de Educación Pública, Junji, Fundación Integra y UNICEF.

Sus resultados fueron difundidos en un webinar realizado el lunes 17 de enero de 2022, en el que, además, representantes de la academia y de las instituciones educativas analizaron los desafíos próximos para lograr una mayor presencialidad en la educación inicial y compartieron prácticas y políticas en torno a este objetivo.

El estudio se aplicó online entre el 24 de junio y 2 de agosto de 2021, con el objetivo de conocer las experiencias de las familias con niños/as matriculados/as en educación parvularia (jardines infantiles y salas cunas chilenas de Integra, Junji, particulares pagados, VTF servicio local de educación pública, VTF municipal o particular subvencionado) en el contexto de la pandemia por COVID-19. Este indagó tanto en la experiencia sobre el retorno a las actividades educativas presenciales y actividades educativas a distancia, como en el apoyo y en el bienestar socioemocional de los niños y niñas durante el primer semestre del 2021. “Desde el 2020, hemos estado trabajando para entender mejor qué está pasando con las familias, cuáles son sus expectativas y temores en relación a la pandemia y actividades presenciales, para entregar información de calidad que permita una mejor toma de decisiones en la política de educación a distancia, el retorno a la presencialidad, el trabajo con familias, entre otros”, explicó Francisca Morales, oficial de Educación UNICEF.

La encuesta detectó que las razones declaradas por las familias que no enviaron a sus niños y niñas a la escuela poco tienen que ver con desconfianza de la gestión del centro educativo en torno al manejo de los casos COVID-19, sino más bien con razones contextuales de la pandemia, como que haya un mayor avance en los procesos de vacunación (37%), avanzar en el plan Paso a Paso (21%9, o porque prefiere cuidarlo él/ella mismo/a u otra persona de confianza (47%).  

“La opinión sobre educación inicial no tiene que ver solo con la pandemia, sino debido a razones muy válidas como pueden ser los horarios, pero a veces se nos olvidan las razones de los niños y niñas”, precisó la investigadora del CEPI, Alejandra Cortázar. Por esto, indicó que “este es un desafío a nivel nacional”, puesto que “es muy difícil hacer presión social para que el sector mejore si la mitad de las familias no creen que sea fundamental para el desarrollo de sus hijos".

El estudio encontró que, en cambio, las familias que sí mandaron a sus hijos a la educación parvularia presencial esgrimieron mayormente razones relacionadas con la importancia de la educación en este nivel, como sus efectos sobre el desarrollo (61%) y socialización (72%); porque no tenía con quién dejarlo (39%); porque no hay cuarentena en su comuna (32%); por la confianza en las medidas sanitarias implementadas en el establecimiento educativo (57%) o porque “su hijo/a se lo pidió” (22%). Asimismo, las familias califican como buena o muy buena la experiencia de la presencialidad.

Además, el estudio indagó en cómo han sido las actividades educativas a distancia. En el 50% de los casos, los niños y niñas que se mantienen con educación a distancia tienen actividades a lo más solo una vez a la semana.  A ello se agrega que uno de cada 4 niños o niñas no ha tenido en contacto con los centros.

“Tenemos un desafío de que esta asistencia sea más masiva si las condiciones sanitarias lo permiten en marzo de 2022. La evidencia da cuenta de que el cierre de los jardines ante la pandemia fue muy rápido, pero una vez abiertos los centros, el retorno de las familias es lento. Por eso, debemos avanzar a ‘ser los últimos en cerrar y los primeros en abrir’”, subrayó el investigador del CIAE, Juan Pablo Valenzuela.

Los académicos y representantes de las comunidades educativas que participaron del webinar coincidieron en la importancia de generar culturas y prácticas que releven la importancia de la educación inicial -más allá de la crisis-, y permitan generar respuestas a corto plazo, según las diversas realidades de cada territorio. “Para muchas familias no son tan claros los efectos de corto mediano y largo plazo de la educación inicial, por tanto, tenemos que colocar una y otra vez el énfasis en ello”, recalcó Valenzuela.

Sobre este tema, Fabiola Márquez, directora de Departamento de Calidad Educativa de JUNJI, explicó que es necesario abrir un ámbito de reflexión y mejora para enfrentar marzo, con miras a crear una cultura de asistencia: “Tenemos que generar un proyecto más allá del monitoreo de la asistencia, sino más bien una cultura de asistencia, que permita visibilizar de manera general la participación activa de niños y niñas y el ausentismo crónico”. Al respecto, precisó que ya hay varios proyectos que se están trabajando a lo largo de todo Chile, pero también en la particularidad de los territorios liderados por directoras y directores.

En ese sentido, Bárbara Agliati, jefa de División de Desarrollo Educativo Dirección de Educación Pública, detalló algunos de los desafíos de los jardines infantiles en este contexto de pandemia, como son la ausencia de instrumentos específico para el nivel que permitan evaluar el tamaño de la brecha de aprendizajes; o más recursos de fácil disposición para asegurar la conectividad de los establecimientos.

Por esto, los expositores del webinar insistieron en la necesidad de revincular a los niños y niñas con la educación parvularia.

“Hay que poner urgencia en la re vinculación de niños y niñas, con estrategias particulares para cada los niños, tanto para los niños que dejaron de matricularse (74 mil niños menos matriculados entre 2019 y 2021, según cifras del Mineduc), como para quienes no asisten presencialmente y quienes no se conectan”, indicó Valenzuela. Añadió que esto “no es solo tarea de cada centro educativo y de su comunidad escolar, sino que más bien es una tarea principal de las autoridades nacionales y locales. De lo contrario, la presencialidad seguirá siendo muy limitada”.


Fuente: Comunicaciones CIAE

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