Expertos concluyen que en Bélgica y en Chile ha habido poco espacio para abordar la segregación escolar con políticas de reconocimiento

06 de Diciembre de 2022
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Con la participación de destacados panelistas nacionales e internacionales, seminario analizó la segregación escolar a partir de las experiencias de Chile y Bélgica.

A pesar de las realidades sociales y políticas distintas que les definen, Chile y Bélgica aparecen como casos similares en cuanto a segregación educativa y políticas de mercado en educación. Chile se caracteriza por una segregación generalizada en el sistema escolar, y aún más en la élite económica, lo cual tiende a replicarse parcialmente para este grupo en la educación superior. En la Bélgica francófona, la segregación es más homogénea en los distintos segmentos socioeconómicos de la población, pero su índice de segregación es más alto en el grupo más desfavorecido (percentil 10).

En Chile, por ejemplo, según datos de PISA 2018, para lograr una distribución equilibrada de estudiantes del percentil socioeconómico 80, el 59% tendría que cambiar de establecimiento educativo. En la Bélgica francófona, tendría que hacerlo el 41%. Más aún, si en Chile se quisiera lograr una distribución homogénea de estudiantes del 10% más vulnerable, habría que cambiar al 52% de establecimiento; y en Bélgica francófona, al 52%.

Este fue el tema principal del seminario internacional “Mercados educativos y segregación. ¿Qué podemos aprender de Bélgica y Chile?”, organizado por el CIAE/IE de la Universidad de Chile; la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Católica de Lovaina, con el apoyo de LLECE UNESCO, el día 1 de diciembre. El seminario contó con la participación de destacados panelistas de la Universidad Católica de Lovaina, como Marie Verhoeven, Hervé Pourtois, Hugues Draelants y Vincent Dupriez; así como de los académicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, Xavier Bonnal y Adrián Zancajo. Entre los expositores nacionales estuvieron María Teresa Rojas, académica de la Universidad Alberto Hurtado; Juan Pablo Valenzuela, director del CIAE/IE Universidad de Chile; y Cristián Bellei, académico del CIAE Universidad de Chile y de la Universidad Austral.

En el seminario se analizó que ambos países tienen elementos históricos, culturales y organizacionales que tienden a operar como frenos en la reducción de la segregación educativa, entre ellos, la presencia de un sector privado-subvencionado relevante, un papel histórico del sector católico como proveedor de servicios educativos y la presencia de un mercado o cuasi-mercado educativo.

“Esto se explica por la historia particular de la construcción política del país y del sistema educativo. Si la segregación académica aparece como la más aguda, la segregación socioeconómica es muy fuerte también. De forma interesante, la segregación escolar no sólo refleja, sino que amplía la segregación residencial, lo que apunta hacia el rol del sistema educativo y en particular del cuasi-mercado”, explicó Marie Verhoeven.

Ambos países, además, han iniciado reformas educacionales destinadas a disminuir la segregación con un diagnóstico común: un análisis en profundidad de la aplicación de dichas políticas revela la dificultad de aplicar políticas que carecen de legitimidad en el tribunal de la opinión pública.

Sin embargo, las y los expertos coincidieron en que estas políticas han sido fundamentalmente de redistribución, ya sea de recursos, a través de leyes como la de Subvención Escolar Preferencial, como de vacantes a los colegios, como el Sistema de Admisión Escolar. “Tanto en Chile como en Bélgica ha habido poco espacio para debate sobre políticas de reconocimiento y para tomar medidas en torno a ellas, que aborden el tratamiento cultural y pedagógico de la mixtura social”, concluyó Vicent Dupriez. Esto se evidencia, añadió, en que, incluso, si bien el profesorado chileno apoya la ley de Inclusión, señala que “ha sido poco apoyado y asesorado para implementarla y saber qué hacer con un alumnado más mixto en sus escuelas”.

“El proyecto de ciudadanía y el combate a la disminución de la cohesión social en nuestro país necesariamente pasan por tener un sistema educativo y escuelas integrados, más aún cuando tenemos una pandemia que ha impactado fuertemente y que exacerbará las brechas de aprendizaje y las diferencias sociales”, añadió el director del CIAE, Juan Pablo Valenzuela.

Sin embargo, la evidencia señala que esos argumentos no han estado en la discusión pública. “En ambos países, el mayor argumento en favor de políticas de desegregación ha sido instrumental, de los beneficios para el nivel escolar y el rendimiento escolar. Otros argumentos, como la heterogeneidad social como condición relacional para la autonomía intelectual y moral de los individuos y como contexto para aprender a vivir en una sociedad plural y democrática, que son muy importantes, han estado poco presentes en el debate”, señaló Dupriez.

Además, los expositores agregaron que la experiencia de ambos países permite entender la importancia de la legitimidad en las políticas públicas. “Sin legitimidad es difícil avanzar en estas políticas, porque la autoridad se expone a una sanción política, sino porque en contextos de mercado y libre elección, si las familias no perciben que las políticas son legítimas es muy fácil cambiar de establecimientos”, concluyeron.

Por último, Dupriez señaló que la experiencia belga y chilena también permite concluir que “es muy difícil lograr que las políticas tengan legitimidad en contextos de libre elección” y que “las medidas implementadas por las autoridades no han producido una disminución importante de segregación social en las escuelas”. “Aunque en Chile podemos ser más optimistas considerando que la ley de Inclusión recién se empezó a aplicar en 2016 paulatinamente”, puntualizó Dupriez.

Para Juan Pablo Valenzuela, en todo caso, “la ley de Inclusión tendrá un efecto acotado en la recomposición social del sistema escolar si no terminamos con el financiamiento compartido, porque el acceso a estos establecimientos sigue estando condicionado a que las familias cuenten con recursos financieros para pagar por una mensualidad, a pesar que el estado les entrega financiamiento a través de las subvenciones escolares”.

El seminario se enmarca en un proyecto de colaboración entre las tres universidades, que busca consolidar una red de investigación del análisis de las políticas educativas en materia de segregación en contextos de cuasi-mercados, como es el caso de Chile y Bélgica.


Fuente: Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: mercados educativos   cuasi mercados en educación   segregación   inclusión   mejoramiento  
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