El porcentaje de estudiantes que no tuvo contacto con su establecimiento se redujo durante el segundo semestre de este año, según la Encuesta Nacional de Monitoreo de Establecimientos en Pandemia, que es aplicada a directores(as) de establecimientos, pasando del 2,9% reportado en agosto a 1,1% informado en noviembre.

La encuesta es elaborada mensualmente desde marzo de 2021 por investigadores de la Escuela de Gobierno UC, el Instituto de Sociología UC, y el CIAE de la Universidad de Chile, en colaboración con el Centro de Estudios del Ministerio de Educación y con apoyo de la Fundación BHP. Esta última versión da cuenta del funcionamiento del sistema escolar entre el lunes 21 y viernes 25 de noviembre de 2022, y en ella participaron 1.073 EE (12,5% del universo total), los que, al igual que en las encuestas anteriores, tienen características similares a las del sistema educativo en su conjunto.

Según esta nueva versión, la asistencia promedio en la semana analizada se mantiene en los niveles reportados entre julio y septiembre (74% a 76%), y si bien los registros oficiales del MINEDUC reportan una asistencia del 84%, ambas fuentes coinciden en que se ha mantenido una asistencia estable y todavía menor a los niveles pre pandemia.

Respecto a los estudiantes que no tuvieron contacto con sus escuelas en la semana analizada, los directores dicen que un tercio no tuvo contacto en casi todo el año (equivalentes al 0,4% de los estudiantes de la muestra), lo es menor a lo reportado en octubre (0,9% de la matrícula analizada tenía desvinculación crónica). Sin embargo, este problema se agudiza en la enseñanza media, donde la mitad de los estudiantes sin contacto en noviembre han estado desvinculados todo el año. “En este contexto, a pesar de las mejorías que hubo durante el segundo semestre, es un desafío principal alcanzar desde marzo del 2023 las tasas de asistencia previas a las pandemia”, explica Juan Pablo Valenzuela, director del CIAE y co-autor del estudio.

En tanto, la violencia entre estudiantes continúa siendo otro desafío, reportado por un tercio de los directores de la muestra, pero esta ha disminuido: un tercio indicó haber mejorado en los niveles de violencia entre octubre y noviembre, similar al progreso percibido entre septiembre y octubre.

Cobertura de aprendizajes

Por otra parte, el rezago en los aprendizajes y la violencia escolar son los principales desafíos que enfrentan los establecimientos educativos. Según el reporte, el 25% de los directores(as) reportó tener a muchos estudiantes con deterioro crítico en alguna o varias de las asignaturas. Sin embargo, un 34% indica que cerró las brechas respecto de la situación previa a la pandemia o lo logrará durante el año 2023. Esta situación es altamente diferenciada según tipo de establecimiento, pues el 67% de los directores de colegios particulares pagados tiene esta evaluación positiva, mientras que solo el 30% de los de colegios municipales o particulares subvencionados opina lo mismo. Los nuevos Servicios Locales de Educación Pública tienen una percepción más favorable que la de los municipios, pues 44% de los participantes de la encuesta reporta no tener deterioro de aprendizajes o lo lograrán el 2023. “Estos resultados nos muestran que el apoyo del 2023 deberá ser altamente diferenciado por establecimiento, inclusive al interior de una misma dependencia administrativa. Algunos requerirán un trabajo muy intensivo y otros, inclusive, podrán servir de apoyo en los procesos de mejoramiento de los más rezagados”, explica Juan Pablo Valenzuela.

Asimismo, al preguntar a nivel de estudiantes, los directores(as) señalan que, en promedio, uno de cada cuatro estudiantes presenta un rezago respecto al nivel de aprendizaje esperado. Este rezago aumenta en los cursos mayores, alcanzando al 29% de los estudiantes en educación media, y en establecimientos municipales (27%), SLEP (28%) y particulares subvencionados (24%), en comparación con sólo el 9% en los establecimientos pagados.

“La búsqueda por asegurar que cada estudiante se desarrolle integralmente requiere acompañamiento diferenciado por estudiante y establecimiento. En esto, la sociedad civil, municipalidades y niveles medios del sistema educacional tienen mucho que aportar si pueden identificar dónde están las necesidades. Los sistemas más efectivos tienen este apoyo integrado de forma permanente. La clave es identificar lo más temprano posible quiénes necesitan el apoyo, actuar, y actualizar periódicamente,” dice Susana Claro, profesora de la Escuela de Gobierno UC y co-autora del estudio.

Apoyo para docentes y escuelas

Asimismo, los directores(as) fueron consultados sobre medidas y apoyo que requieren para cerrar las brechas educativas. Respecto de esto, el 85% de los directores(as) indicaron que el sostenedor y la comunidad educativa del propio establecimiento serán muy importantes en la superación de los rezagos de aprendizaje y socioemocionales en el 2023. Sin embargo, también son reconocidos como actores principales en la continuación de la recuperación las autoridades nacionales y locales del Ministerio de Educación: Entre el 70% y el 76% señala que el Ministerio de Educación, la Dirección Provincial y la SEREMI de Educación también serán cruciales.

El 92% de los directores(as) declara haber acudido a las orientaciones del MINEDUC. Cerca de la mitad en EE municipales, de SLEP y particulares subvencionados declara haberlas usado para la evaluación de cierre del año 2022 y cerca de un tercio las empleó en la planificación de actividades para este verano y para el 2023.

“Las comunidades educativas han trabajado incansablemente este año por disminuir el impacto que dejó la pandemia. Eso es importante porque cada demora en actuar aumenta las brechas educativas. Pero no hay que dejar de apoyar a las escuelas en esto, debemos actuar con urgencia país. Nadie puede quedarse con las manos abajo”, llama Claro.

Fuente: Comunicaciones CIAE - Escuela de Gobierno UC - Mineduc