"El trabajo colaborativo docente puede ser potente para el aprendizaje y desarrollo profesional, pero requiere de condiciones apropiadas en términos de tiempo no lectivo docente y compromiso de la unidad escolar". Así lo explicó la investigadora del CIAE y Premio Nacional de Educación, Beatrice Ávalos, en el seminario "Mejorando las prácticas docentes en Matemáticas y Ciencias", organizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chie (CIAE), realizado la semana pasada ante unos 80 docentes y sostenedores.
Con el seminario, se cerró el proyecto FONDEF “Sistema de auto–soporte para el mejoramiento de las prácticas docentes”, que ofrece un sistema de retroalimentación oportuno e individual del trabajo en el aula para los profesores, con el objetivo de promover el fortalecimiento de las prácticas docentes de los profesores de matemáticas (Básica o Media) y estudiantes de Pedagogía en sus prácticas en las universidades del país.
En la oportunidad, Ávalos destacó las ventajas de la colaboración y la mediación en el ejercicio profesional de los profesores, marco dentro del cual figura el proyecto del CIAE. "La enseñanza es una actividad centrada en el diálogo. Es una actividad colectiva en torno a las tareas de aprendizaje (grupos o clase completa), recíproca (en ella se escuchan, comparten y se consideran visiones alternativas), de apoyo (los docentes construyen sobre las propias ideas y las de otros) y acumulativa (hay planificación y conducción de los docentes según propósitos educacionales)", explicó la Premio Nacional de Educación.
Por ello, resaltó el aporte en ese sentido del proyecto realizado por el CIAE, que consiste en una aplicación para dispositivos móviles (teléfonos celulares o Tablet con sistema operativo Android), que permite la captura del audio de una clase impartida por el docente. Luego, un sistema convierte el audio en texto y además, permite identificar los contenidos dictados en la clase y las prácticas docentes utilizadas mediante un análisis semántico de los textos (algoritmos de aprendizaje automático), que luego identifica los atributos de la clase a reportar, con lo cual se genera la retroalimentación continua a los profesores.
"El docente, como todo profesional realizando una tarea compleja, requiere de apoyo para ir día a día mejorando su labor. Sin embargo, es bien sabido que la observación y retroalimentación de una clase o secuencia de clases es algo muy caro", explicó en el seminario Pablo Dartnell, investigador del CIAE y director del proyecto.
Durante el año 2015, fue utilizado por más de doscientos futuros docentes de ocho universidades del país, cuyos representantes recibieron un diploma por su participación en el proyecto. Este año, el sistema se continúa aplicando en nueve universidades.
Dos de las estudiantes que lo utilizaron expusieron su experiencia en el seminario.
“Personalmente la aplicación me ayudó mucho en la retroalimentación, con ella podía escuchar mis clases o leer detalladamente los contenidos y estrategias que iba utilizando en mis clases, para luego auto-evaluarme, reconocer mis debilidades, y tomar nuevas direcciones en mis próximas prácticas”, dijo Constanza Mella, alumna de tercer año de Pedagogía General Básica de la Universidad Católica del Maule.
Agregó que como la aplicación entrega un análisis de las palabras que más se usan en clases, "uno puede conocer sus muletillas o palabras que ocupamos de forma equivocada”.
Proveniente de la misma universidad y la misma carrera, la estudiante Paulina Contreras coincidió en que el proyecto les ha permitido auto-observar clases, de manera muy natural, puesto que los estudiantes no se dan cuenta de que la clase está siendo grabada y el propio docente olvida que tiene puesto un micrófono.
Fuente: Comunicaciones CIAE
