En Chile, el 60% de los directores de escuelas chilenas ya no ejerce dicha función en el mismo establecimiento cinco años después, lo que constituye una alta movilidad y reduce la posibilidad de instalar procesos sostenibles de mejoramiento educativo en los establecimientos educativos. Es la conclusión de un estudio sobre trayectorias de directores chilenos, realizado por Líderes Educativos y el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE), con el apoyo del Mineduc.
El reporte analizó las trayectorias de los directores chilenos de los establecimientos que imparten educación básica o media diurna -con una matrícula total mayor o igual a 50 alumnos- y describe la continuidad y la decisión, voluntaria o no, de los directores de cambiar de rol y/o establecimiento, como también la posibilidad de abandonar la carrera docente. Se trata de la primera vez que un análisis da cuenta de las trayectorias profesionales que siguen los directivos de escuelas e identifica la magnitud del fenómeno en el país. En Estados Unidos, cerca del 50% de los directores deja el colegio al cabo de 5 años de trayectoria, lo que es considerado una cifra alta, debido a las consecuencias sobre las escuelas de ese fenómeno. En Sudáfrica, por ejemplo, entre 30% y 40% de los directores presentan trayectorias de esas características.
“El foco en los directores es clave, pues son ellos los que pueden liderar procesos de mejoramiento sostenido, que superen el impacto agregado que tienen las políticas concentradas en mejorar solo la efectividad de los docentes de aula, que impactan solo a los estudiantes que se vinculan a ese profesor y no afectan las prácticas generales del colegio en su conjunto, ni la sustentabilidad de dicha mejora”, explica el investigador del CIAE y LÍDERES EDUCATIVOS a cargo del estudio, Juan Pablo Valenzuela.
Las trayectorias de los directores entre 2005-2010 y 2010-2015 fueron analizadas según cinco condiciones: i) el director continúa en dicho cargo en el mismo colegio; ii) el director continúa en esa función, pero en otro establecimiento; iii) el director cambió de función, pero se mantiene en el mismo establecimiento; iv) el director cambió de función, y la realiza en otro establecimiento; y v) el director no está trabajando en los establecimientos escolares o “fuera del sistema escolar”.
Resultados
El estudio permitió caracterizar a los directores de las escuelas analizadas: en el año 2005, el 62,9% del total de directores se encontraba en el grupo etario de los 40 a 59 años, porcentaje que se mantiene estable hacia el 2010. Un bajo porcentaje de los directores tiene menos de 40 años, mientras que cerca del 30% tiene 60 o más años (cuadro 1).
Por otra parte, aunque dos tercios de los profesores chilenos son mujeres, sólo un 44,8% de las directoras eran mujeres en el 2005, aunque hacia 2010 el porcentaje había subido al 49% (Cuadro 2).
Respecto a la movilidad, el estudio encontró que cerca del 60% de los directores del 2005 no se encuentran en ese cargo en el mismo establecimiento cinco años después, porcentaje que se mantiene casi igual para la cohorte del 2010 (cuadro 3). Al observar la trayectoria de los directores en una perspectiva de 10 años, se encontró que cerca de la mitad de los directores del 2005 se habían retirado del sistema escolar en 2015 (cuadro 4). Sin embargo, otro 30% se encontraba ejerciendo funciones de director –dos de cada tres de estos directores las seguía ejerciendo en el mismo colegio durante todo el periodo-, lo que refleja una distribución polarizada, puesto que mientras muchos directores se retiran tempranamente del colegio donde trabajan otro porcentaje no pequeño ejerce dicha responsabilidad en el mismo establecimiento por periodos prolongados de tiempo.
“Este resultado pone una señal de alerta al sistema educativo chileno y da cuenta que en la mayor parte de las escuelas los directores tendrán reducidas oportunidades para diseñar e implementar estrategias de apoyo para lograr trayectorias de mejoramiento escolar, mayor efectividad en el trabajo de los docentes y en los aprendizajes de los niños”, dice Valenzuela.
Por otra parte, la mitad de los directores que dejan su cargo en el colegio se retiran del sistema escolar, perdiéndose su experiencia y su potencial capacidad de apoyar al mejoramiento de otros colegios. Sin embargo, en la cohorte del 2010 dicha situación se reduce, puesto que es más probable que los directores que no continúan en el mismo colegio lo hagan como director en otro colegio o en otro cargo docente en el mismo establecimiento o en otro.
Otra conclusión del estudio es que es más frecuente que los directores que no continúan en su cargo, pero que se mantienen en el sistema educativo, realicen otras funciones docentes –directivas o de aula- que asuman la dirección de un nuevo establecimiento: el 21,4% de los directores del 2010 estaban ejerciendo funciones diferentes en el sistema escolar en el 2015.