La tarde la martes 29 de agosto, el teatro de la Corporación Cultural de Recoleta llenó sus butacas con docentes de educación básica que asistieron al seminario Clases públicas STEM integrada de Biología-Matemáticas, dictado por el equipo de investigación STEM del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), liderado por el académico Roberto Araya.

Una jornada de interacción en la que los asistentes  comenzaron aprendiendo la estructura de una clase pública y los roles de los docentes observadores, del panel que comenta la clase, de los estudiantes que participan en la clase; y de los docentes que diseñan, planifican y realizan las clases.

Araya, quién ha trabajado por más de 7 años con esta modalidad en Tokio, dijo que esta forma de observar y retroalimentar una clase transforma la perspectiva tradicional sobre cómo capacitarse y desarrollarse. "Trabajar con Clases Públicas me cambió la idea de qué significa el desarrollo Profesional Docente y cómo podemos trabajar juntos”, explicó Araya.

Esta metodología de observación de buenas prácticas pedagógicas se utiliza hace más de 140 años en Japón, y se ha extendido exitosamente en los países de oriente como Corea del Sur, Singapur y Tailandia. Recientemente se está introduciendo en otros países, como  Inglaterra.

La actividad convocada por el CIAE, se inserta en dos proyectos, de APEC y Fonide, respectivamente.

Tecnología para observar clases

Unos 70 docentes observaron la clase, dictada por la profesora Evelyn Cordero sobre biología y matemática,  en específico sobre el desarrollo embriológico del pollo. Los alumnos: un grupo de estudiantes de séptimo y octavo básico de la escuela Puerto Rico, de Recoleta. La actividad: observar embriones de huevos y luego relacionar su desarrollo con un modelo matemático.

Los alumnos trabajaron con tablets conectadas a la plataforma Conecta Ideas, diseñada como elemento de interacción en el aula. Fueron 45 minutos de interacción, frente a unos 70 profesores que observaban y evaluaban la clase.

Los docentes que observaban también contaban con tablets, equipada con una aplicación -SmartSpeech- desarrollada por el equipo CIAE, que permite observar, evaluar y retroalimentar clases. La aplicación tiene dos funciones principales, una para el profesor y otra para el observador. Por un lado, los docentes pueden grabar su clase y obtener un registro con las palabras clave y de los acontecimientos en el aula, determinados previamente. 

Y  los observadores pueden analizar la clase con tres pautas: sobre el Marco de la buena Enseñanza del Mineduc, Focus (para evaluar clases STEM) y una tercera pauta de la Universidad de Jyväskylä, Finlandia, que aborda los criterios la interactividad y lo dialógico.

La clase pública finalizó con un panel de conversación compuesto por la profesora Cordero; el investigador CIAE, Roberto Araya; el Jefe de Didáctica de Ciencias de la Municipalidad de Recoleta, Mario Santibáñez; y el profesor de biología, Luis Loyola.

Luego unos 150 docentes presenciaron en vivo la clase pública que simuló un aula convencional, pero que esta vez derribó las cuatro paredes para abrirse a compartir una experiencia pedagógica y aprender de forma colectiva con los pares.

"En las escuelas hay experiencias espectaculares, pero que están invisibilizadas por el sistema. Hay que generar estas redes para generar más de estas instancias”, opinó Mario Santibáñez, quien fue elegido este año como uno de los 50 mejores profesores del mundo, en el Global Teacher Prize.