Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) llegaron a los colegios hace más de 30 años bajo la promesa de que mejorarían los niveles de logro educativo, al introducir cambios en los procesos y estrategias de enseñanza-aprendizaje. Hasta hoy, no hay evidencia concluyente sobre el impacto de las TICs en la educación. Sin embargo, ¿Es posible esperar que estrategias de mera introducción de infraestructura, de uso genérico y no intencionado, o de usos específicos sin conexión con los resultados posibles de TICs como las llevadas a cabo hasta ahora tengan efecto en el sistema educativo? Eso nos lleva formular dos preguntas: ¿qué es un programa educativo apoyado por TICs? y ¿Cómo se diseñan, implementan y evalúan dichos programas para que tengan la mayor probabilidad de éxito? Existen dos marcos de referencia que buscan contestar estas preguntas. El primero de ellos, llamado Programa de Informática Educativa (PIE), delimita este tipo de intervenciones al definir sus componentes que son modelo pedagógico, intervención y transferencia. El segundo de ellos, basado en esta definición de PIE, establece un Modelo de Desarrollo Evolutivo (MDE) en el cual el programa se construye incrementalmente a través de sucesivos estudios formativos y sumativos en contextos educativo reales, utilizando metodología de Design Research.
1. Estudiar proyectos de integración curricular de TICs en Chile, y otros países en colaboración con Enlaces, UNESCO-Paris y la división de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) utilizando como marcos teóricos los modelos PIE y MDE, evaluando su ajuste a la definición de PIE y su impacto en relación a estándares de evidencia rigurosa. 2. Apoyar el desarrollo de políticas públicas de TIC en educación, modelando la toma de decisiones, por medio del cálculo de indicadores y algoritmos basados en indicadores y dimensiones de análisis identificadas en el objetivo 1, la revisión de la literatura y validación experta con las agencias participantes en el proyecto. 3. Generalizar PIE y MDE a programas programas educativos que no necesariamente involucren el uso de TICs, determinado los cambios en cada uno de los productos de los objetivos anteriores.
Para ello se seleccionará una muestra de proyectos que dispongan de estudios de impacto que cumplan con criterios de evidencia rigurosa respecto de su efectividad. Estos proyectos se obtendrán de bases de datos existentes como por ejemplo, What Works Clearinghouse (WWC), Best Evidence Encyclopedia (BEE), and Evidence for Policy and Practice Information and Co-ordinating Centre (EPPI-Centre), estudios de Enlaces, Unesco y el BID. Para homologar los resultados de los estudios, se aplicarán técnicas de meta-análisis, que usando una serie de transformaciones, permiten expresar los distintos resultados en una escala común del tamaño del efecto. Tras evaluar el ajuste de cada uno de los programas de la muestra a los modelos PIE/MDE y determinar su costo, se estudiará si existen relaciones entre dichas variables principales y la efectividad de los programas, a través de modelos de regresión. Con la información obtenida y la validación de las agencias participantes, se modelará la toma de decisiones para el diseño e implementación de políticas públicas para TIC y educación. Finalmente se generalizarán los modelos PIE y MDE a través de la revisión otros modelos y estándares nacionales e internacionales de supervisión y asistencia educativa, además de estudiar en mayor profundidad el tema de la sustentabilidad de corto y mediano plazo de programas educativos.
