“Hoy más de 100 mil docentes y educadoras realizan de manera paralela dos procesos de evaluación”, señaló la académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, María Beatriz Fernández, en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados el pasado martes 21 de marzo. La académica del IE e investigadora CIAE fue invitada a comentar el proyecto de ley presentado el pasado 27 de enero en el Congreso Nacional, que busca establecer un Sistema Único de Evaluación Docente y fortalecer los procesos de Inducción, Mentoría y la Red Maestros de Maestros.
“Un mismo docente en un mismo año tiene que complementar hasta cinco instrumentos que evalúan aspectos diferentes, esto genera una alta demanda de tiempo y preparación que resta tiempo para lo relevante”, explicó la profesora e investigadora del CIAE, al contextualizar la discusión que enmarca este proyecto de ley. Añadió que los/as docentes que realizan este doble proceso de evaluación son sólo quienes pertenecen a los Servicios Locales de Educación (SLEP), DEM y corporaciones.
Se trata de la Evaluación Docente que implica una Entrevista Evaluador Par, Informe de Referencia de Terceros, Autoevaluación y Portafolio y del Sistema de Reconocimiento, que consta también del Portafolio y de la Evaluación de Conocimientos Específicos y Pedagógicos (ECEP). De ser aprobado el proyecto de ley, se unificarían estos dos sistemas evaluativos en uno solo.
Si bien la académica señaló en la instancia que este proyecto no se hace cargo de revisar los actuales instrumentos ni su lógica de evaluación, es positivo que se reduzca el tiempo que usan las y los docentes en completar el proceso. “Necesitamos un sistema de evaluación que permita que las y los docentes tengan tiempo para lo relevante: sus estudiantes. Un sistema en que puedan planificar, reflexionar sobre su práctica, conocer a sus estudiantes, ajustar sus clases en función de sus necesidades y establecer relaciones significativas”,expresó.
Durante la sesión, también participaron especialistas de otras instituciones, quienes se mostraron a favor de terminar con la doble evaluación. “Hay una sobrecarga que se siente especialmente en los sectores más vulnerados que es donde atienden los colegios municipales y los servicios locales de educación”, señaló el investigador Vicente Sisto, del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva. “El relato de los docentes indica agobio, estrés, cansancio y menos tiempo al trabajo dedicado al estudiante, se ha comentado que se hace fuera del horario”, agregó la presidenta del Colegio de Profesores de la región de Aysén, Rosa Pesutic.
Por su parte, Carlos Beca, académico del Programa de Liderazgo Educativo de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales, enumeró algunos de los beneficios de eliminar esta doble evaluación: “¿qué puede ganar el sistema educativo eliminando esto? mayor confianza de los docentes en el sistema de desarrollo profesional, trato igualitario del sector público y particular subvencionado, foco en que los docentes avancen en los tramos de la carrera docente”.
En la instancia, también se abordaron los puntos del proyecto que buscan fortalecer los procesos de inducción y acompañamiento docente. Al respecto, la académica de la Universidad de Chile explicó que desde el 2016 existen procesos de mentoría, sin embargo, el número de profesores certificados para realizarlas apenas sobrepasa los 2.000. “El actual proyecto reduce algunos tiempos administrativos de las mentorías lo que va a favorecer la agilización de este proceso”, señaló Fernández. Además, sugirió que los fondos que se ahorren por concepto de reducción de instrumentos de evaluación sean utilizados en potenciar este tipo de iniciativas que ayudan a contribuir a la retención de los profesores novatos.
La investigadora también valoró que el proyecto fortalezca el trabajo colaborativo: “el énfasis en potenciar la Red Maestros de Maestros puede permitir revitalizar los procesos de aprendizaje entre pares de mayor y menor experticia docente”, señaló.
Finalmente, se refirió a los desafíos pendientes en relación a la evaluación docente: “queda por avanzar en revisar los instrumentos de evaluación que se están aplicando, de manera de asegurarnos que sean coherentes con los otros requerimientos que se hacen a los docentes, revisar las orientaciones para el desarrollo de los procesos de mentoría y la Red de Maestros, de manera de asegurarnos de que al crecer en número se resguarde su calidad, queda por revisar la lógica de evaluación externa e individual que prevalece en el sistema”.
El proyecto de ley fue aprobado en general y se recibirán indicaciones hasta el lunes 3 de abril.