Durante la última década, ¿han logrado implementar iniciativas de mejoramiento que han generado cambios positivos en la escuela? ¿Cuáles? ¿Lograron sostener esos cambios en el tiempo? ¿En qué áreas han avanzado y cuáles tienen un menor desarrollo? Si son capaces de identificar avances, ¿cuánto tiempo les ha tomado?, ¿a qué creen que se debe?
Esas son algunas de las preguntas el equipo directivo y los profesores pueden compartir para pensar en el mejoramiento de la escuela, que se plantean en la guía de trabajo Escuelas que mejoran: aprendizajes desde la experiencia que realizó el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile y que es promovida por el Ministerio de Educación, en el marco del Plan de Mejoramiento Educativo (PME).
La guía se basó en el libro Lo Aprendí en la Escuela: Cómo se logran procesos de mejoramiento escolar (LOM, 2014), realizado entre los años 2011 y 2013 por investigadores del CIAE y de UNICEF y que buscó comprender cómo diferentes escuelas, de características heterogéneas, trabajando en distintos contextos y atendiendo estudiantes diversos, habían logrado no solo iniciar procesos de mejoramiento, sino también sostenerlos en el tiempo.
La investigación que dio origen al libro permitió reconstruir las trayectorias de mejoramiento progresivo de las escuelas y conocer con detalle cuáles fueron los procesos que desarrollaron y los factores que permitieron que iniciaran estos cambios, lograran sostenerlos y luego los instalaran como permanentes.
La guía de trabajo recoge aquellas trayectorias y factores clave que explican el mejoramiento, proponiendo aprendizajes que pueden ser útiles para iniciar o consolidar prácticas que apunten hacia la mejora. Está dirigida a sostenedores, directivos y profesores y presenta estudios de caso, que dan cuenta del desarrollo de esos procesos en escuelas chilenas. Además, incluye resúmenes de las prácticas más relevantes para el mejoramiento desarrolladas por esas comunidades escolares, que pueden ser útiles al momento de emprender un cambio o introducir una mejora en uno o más aspectos. Todo, con una mirada práctica que invita a los docentes y directivos a preguntarse, por ejemplo, cómo caracterizaría el trabajo de la dupla director – jefe de la UTP, considerada clave para abordar diferentes aspectos del mejoramiento, ordenando los procesos básicos de la escuela, acompañando al equipo de profesores y prestando mucha atención a los aprendizajes.
“La reforma educacional apunta a garantizar las condiciones necesarias para la inclusión y calidad integral en cada unidad educativa de nuestro país. Pero esto sólo es posible en la medida que cada establecimiento comienza a plasmar en su gestión institucional y pedagógica los principios que esta reforma propone, con profesionalismo y foco en el aprendizaje de los estudiantes”, explica el jefe de la División de Educación General del Mineduc, Gonzalo Muñoz, quien agrega que, en ese contexto, “esperamos que la guía sea útil para comenzar a plasmar y desarrollar procesos de mejora escolar más amplios, integrales, efectivos y sostenidos en cada escuela, colegio y liceo del país”.
Comunicaciones CIAE