En la Educación Parvularia, la calidad de los directivos y su capacidad de liderazgo son clave para la mejora continua del aula como espacio efectivo de aprendizajes, pues es ahí donde se producen las interacciones de calidad entre pares y entre niños y adultos.

Por esto, el miércoles 22 de diciembre se presentó el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo de Educación Parvularia (MBDL EP), documento que es un nuevo referente orientador de las políticas nacionales en este nivel en los ámbitos  de desarrollo profesional directivo, selección, evaluación y, por supuesto, una guía para desarrollar un amplio concepto de liderazgo en los establecimientos educacionales que imparten educación parvularia.

El Marco para la Buena Dirección y Liderazgo de Educación Parvularia, de la Subsecretaría de Educación Parvularia, fue elaborado por el CIAE de la Universidad de Chile y en él colaboraron diversas instituciones del nivel como JUNJI, Fundación Integra, Intendencia de Educación Parvularia, Dirección de Educación Pública, Agencia de Calidad de la Educación, Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) y la División de Educación General del Ministerio de Educación.

Los marcos de liderazgo sistematizan aquellos aspectos relevantes de la práctica de los equipos directivos y son una fuente fundamental para orientar el desarrollo profesional de quienes lideran la educación parvularia día a día en salas cunas, jardines infantiles y escuelas.  Asimismo, el marco describe un conjunto de prácticas relacionadas con acciones de liderazgo pertinentes a las características del nivel para ser implementadas por quienes lideran establecimientos educativos que imparten educación parvularia, así como algunos recursos personales necesarios para poder desplegar estas prácticas.

Las prácticas se organizan en seis dimensiones:

•          Construyendo una visión y una cultura compartida.
•          Cultivando las relaciones con las familias y la comunidad.
•          Liderando la gestión pedagógica y la generación de ambientes para el aprendizaje. resguardando el bienestar integral de niños y niñas.
•          Liderando el desarrollo profesional de los equipos pedagógicos.
•          Gestionando la organización, el clima institucional y sus recursos.

Su elaboración responde a la necesidad de contar con una política educativa que consolide el rol de los líderes en los establecimientos de educacion parvularia en un mundo globalizado y desafiante, pero con foco en la diversidad y las identidades locales.

Proceso de elaboración participativo

El equipo del CIAE que coordinó la elaboración estuvo compuesto por Juan Pablo Valenzuela, Xavier Vanni, Loreto de la Fuente, Mario Uribe, Nicole Bustos, María José Opazo y Daniela Figueroa. Para su elaboración, los miembros de este equipo revisaron literatura nacional e internacional sobre el tema, además de otros instrumentos de política nacional que influyen en el liderazgo en este nivel, como las Bases Curriculares de Educación Parvularia (BCEP). También se realizó un estudio de prácticas de liderazgo en establecimientos chilenos que imparten Educación Parvularia (salas cuna, jardines infantiles y escuelas). A partir de esto, una primera propuesta de Marco fue sometida a un proceso de consulta y retroalimentación por parte de 148 directivos y directivas de establecimientos de todo el país, 26 representantes de instituciones sostenedoras públicas y privadas de establecimientos que imparten Educación Parvularia y 6 representantes de gremios. Además, 1275 directivos participaron de una encuesta online para validarlo. Finalmente, en la tercera etapa, a partir de lo recogido en las diversas consultas, se realizó un ajuste a la propuesta del Marco.

“La construcción de este Marco fue un esfuerzo colectivo entre distintos actores convencidos de la relevancia de contar con un referente orientador del rol directivo en la educación parvularia, que esperamos sea útil y tenga sentido para quienes trabajan día a día en salas cuna, jardines y escuelas. Algunas personas colaboraron leyendo e investigando, otras compartiendo sus experiencias como directivos, y otras retroalimentando los sucesivos borradores”, dice Loreto de la Fuente, investigadora asistente del CIAE y profesional que coordinó el proyecto.