En el último encuentro el centro del debate fue Sistemas Educativos e Inclusión Social y en él participaron los académicos de nuestra casa de estudios Alejandra Mizala y Juan Pablo Valenzuela, junto al académico de la Universidad Católica, Cristián Cox.
Tal como fue planteado en encuentros anteriores Cristián Cox, director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la UC, recalcó que es el sistema educacional que institucionalmente reproduce la desigualdad de la sociedad en su conjunto.
En este sentido, Cox valoró las actuales manifestaciones estudiantiles como una posibilidad de dar un giro a esta situación.
El potencial enorme de la coyuntura que estamos viviendo en este momento tiene que ver con un nuevo esfuerzo de abordar con todas las capacidades que el sistema político pueda consensuar de rediseñar esta arquitectura y emparejar la cancha verdaderamente. Eso está en la aspiración tremendamente mayoritaria. El apoyo que han tenido los estudiantes ha tenido que ver con el tema de la equidad y sobre los límites que hay que rediseñar, sostuvo Cox.
El académico de la Universidad Católica subrayó que el actor clave en educación es el profesor, pero que muchas veces éste se encuentra en una misión imposible puesto que debe cumplir con un currículum bajo condiciones muy adversas, por lo que es deber de la política el poder apoyarlos.
En esto coincidió Alejandra Mizala, académica de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. Si en algo hay pleno consenso en educación y no sólo a nivel nacional - es que los profesores son centrales. Nada de lo que hagamos en educación va a tener efecto si no tenemos educadores bien formados, bien remunerados, con todas las opciones para poder desarrollarse y hacer su labor. Las universidades en Chile están en deuda con el país en relación con la formación de sus profesores, dijo Mizala.
La experta de nuestra casa de estudios recalcó que el Estado tiene la responsabilidad de entregar educación escolar gratis a los niños y jóvenes del país, mientras que en la educación superior debería ser una combinación de créditos y becas, puesto que la educación tiene un efecto no sólo en el individuo sino que entrega beneficios a la sociedad en su conjunto.
Alejandra Mizala criticó además que los resultados de las pruebas de medición, como el SIMCE, son una muestra de lo que ocurre según características socioeconómicas que, al no ser consideradas, no se observan mayores diferencias de rendimiento entre colegios particulares subvencionados y municipales.
Por su parte Juan Pablo Valenzuela, académico del Centro de Investigaciones Avanzadas en Educación de nuestra casa de estudios, enfatizó la necesidad de que el Estado se haga cargo de un mayor financiamiento en la educación superior, por sus vínculos con el sector productivo y el desarrollo de la innovación, ciencia y cultura.
En cuanto a la educación escolar, Valenzuela criticó que nuestro país es el único de la OCDE donde las familias deben pagar por ir a las escuelas a través del sistema de financiamiento compartido y criticó el sistema hiperselectivo, tanto por condición socioeconómica como por rendimiento académico.
Tanto estas reflexiones como las de las sesiones anteriores serán recopiladas próximamente en una publicación y en un video que será subido a la página web de la Vicerrectoría de Extensión.