Los recursos que el país invierte en educación han crecido aceleradamente en las últimas décadas. En 1990, el gasto total en el sector era de 3,8% del PIB, mientras en 2011llegó al 6,4%.

Sin embargo, el financiamiento de la educación es un tema candente en la discusión de política pública.

El actual esquema de financiamiento compartido de la educación implica una enorme carga financiera para las familias, esfuerzo social e individual que no ha implicado mejoras sustantivas a la calidad -como indican las cifras- ni tampoco un aporte significativo a la movilidad social entendida como cambios de largo plazo en la posición relativa que tienen los sujetos en la estructura socio-económica.

A pesar de que es compartido el diagnóstico sobre la incapacidad actual de la educación de producir más igualdad y una sociedad más culta y preparada -aportando al desarrollo humano y social del país-; la discusión que propusieron los estudiantes desde 2006 y 2011, aún no genera consenso en el ámbito académico de las políticas educacionales.

¿Quién y cómo ha de asumir los costos de la educación? ¿Corresponde que las familias inviertan en ella directamente o el Estado debe financiar la educación con cargo a gastos generales? En el presente documento, Ricardo Paredes, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica; Marco Kremerman, investigador de la Fundación Sol; y Dante Contreras, director del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, debaten acerca del tema.

El foro forma parte del Ciclo de Diálogos por la Educación, organizado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CEPPE), el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE) y la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado.

Continúe leyendo aquí el documento de síntesis del seminario Financiamiento de la Educación en Chile: ¿Quién debe pagar?