“La formación que me ha aportado el diplomado no solo ha sido de conocimiento curricular, sino formativo. Cada vez que vengo a clases, vengo muy cansada, pero cuando llego acá me vuelvo a re encantar con la educación”, dice Paola Mancilla, coordinadora educacional de la Corporación Municipal de Talagante y una de los 25 alumnos que formaron parte de la primera versión del Diplomado de Mejoramiento Escolar del CIAE de la Universidad de Chile en este año 2017.

La segunda versión del diplomado se dictará entre marzo y diciembre del próximo año y las inscripciones ya están abiertas.

El diplomado busca que los participantes comprendan la complejidad, facilitadores y obstaculizadores del mejoramiento escolar, con una mirada estratégica y global de los recursos y procesos implicados en dichos procesos. Para ello, combina el conocimiento académico internacional y la investigación nacional, con el análisis de la experiencia chilena, incluyendo el estudio de casos relevantes de escuelas chilenas. 

“El hecho de que sea teórico-práctico es muy importante: cada módulo aporta un grano de arena para que uno lo pueda integrar en la práctica, lo que permite ir mirando y mirándose cómo estamos trabajando y evaluando y mejorando”, dice Paola Mancilla, quien explica que lo aprendido en el diplomado ha ido aplicándolo en conjunto con los jefes técnicos de los 13 establecimientos de la comuna.

El programa está dirigido a directivos, sostenedores, asesores técnicos educativos, docentes, supervisores técnicos y otros profesionales de apoyo a la gestión escolar. Es dictado por un equipo multidisciplinario, con amplia trayectoria en el tema y autores de publicaciones como el libro Lo aprendí en la Escuela ¿Cómo se logran procesos de mejoramiento escolar? (2014), la guía de trabajo Escuelas que mejoran: aprendizajes desde la experiencia (2015), y el libro Nadie dijo que era fácil. Escuelas efectivas en sectores de pobreza, diez años después (2015), entre otros.

Claudia Rojas, profesora del liceo politécnico de Llay Llay, es otra de las participantes y todos los jueves viaja casi dos horas para participar del programa: “Una de las cosas que más clara me queda con el diplomado es que es en la cancha, en el aula, donde se juega todo”, explica y añade que en el Departamento de Lenguaje del liceo, donde trabaja, ha podido aplicar los conocimientos y habilidades adquiridas, como la forma de organizarse y el trabajo en equipo y en red.