El Test de Aprendizaje y Desarrollo Infantil, TADI, fue reconocido por la Universidad de Chile como un desarrollo exitoso, incluyéndolo en los diez casos de éxito recopilados en el libro “Soluciones de impacto: casos de éxito en innovación de la Universidad de Chile”, recientemente publicado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Casa de Bello.
El TADI es un instrumento que evalúa el desarrollo del aprendizaje de niños y niñas de 3 meses a 6 años, que fue realizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la U. de Chile y el Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial (CEDEP). Lanzado el año 2012, su construcción fue posible gracias al financiamiento de dos proyectos FONDEF. El segundo de éstos, próximo a ser finalizado, permitió robustecer las propiedades psicométricas del test, generando una segunda versión que estará disponible en 2024.
El TADI evalúa, de forma válida y confiable, el desarrollo y el aprendizaje de niños y niñas de 3 meses a 6 años, en cuatro dimensiones: socioemocionalidad, cognición, motricidad y lenguaje. Con esto, busca, además permite evaluar el impacto en desarrollo y aprendizaje de programas de intervención e informar nivel de desarrollo de determinados grupos poblacionales para las políticas públicas.
En Chile persiste una alta prevalencia de déficit en el desarrollo de los niño/as de entre 0 y 5 años. Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 del MINSAL, el 27,3% de los niños de entre 7 meses y 4 años presenta rezago (riesgo) o retraso en su desarrollo. Además, la evidencia de investigación señala consistentemente que niños y niñas de sectores vulnerables presentan tempranos rezagos en varias dimensiones de su desarrollo psicosocial (Atalah et al. 2014).
“En ese contexto, el TADI es un test válido, confiable y culturalmente pertinente para la evaluación del desarrollo y aprendizaje infantil, en particular, en los servicios de salud y educación del sector público. Por esta razón, además, este test reúne entre sus atributos ser de aplicación fácil y breve, además de tener un costo relativamente bajo, haciendo factible su uso a gran escala dentro del sector público”, precisa Marcela Pardo, investigadora del CIAE y una de las autoras del test.
El TADI fue construido en un proceso riguroso, con la asesoría de expertos nacionales e internacionales de reconocidas universidades. Su desarrollo contó con un proceso de validación cultural para los pueblos mapuche, aymara y atacameño. Además, la segunda versión del test fue validada con inmigrantes hispanoparlantes de habla hispana (bolivianos, colombianos, peruanos y venezolanos). Ambos estudios mostraron que el TADI no tiene sesgo cultural hacia estas poblaciones.
A la fecha, el test ha sido usado en 18 mil evaluaciones en Chile y América Latina (Argentina, Perú, Uruguay, Colombia y Ecuador). Además, se han capacitado en su uso más de 2.200 profesionales de salud y educación.
“Una actualización del TADI constituye una oportunidad preferencial para resolver el problema de la falta de instrumentos adecuados para evaluar el desarrollo infantil a gran escala en el país. Esta oportunidad abre además un espacio para seguir posicionando a Chile como un país referente en materia de promoción desarrollo infantil y atención integral a la infancia, contribuyendo a una necesidad que no es sólo chilena, si no latinoamericana: contar con instrumentos pertinentes, válidos y eficientes desde todo punto de vista”, dice Marta Edwards, investigadora de CEDEP y otra de las creadoras del test.