La masificación de la educación superior ha jugado un rol significativo en ampliar el acceso al aprendizaje, que antes estaba reservado a una elite, provocando grandes transformaciones en la segunda mitad del siglo XX.
Esta masificación, que ocurrió hace décadas en los países occidentales y recientemente en países n vías de desarrollo, ha provocado una creciente demanda por cupos universitarios. Sin embargo, ello no ha detenido la creciente tensión entre masificación y calidad. Y la realidad es que los estudiantes de niveles socioeconómicos más bajos y menor capital cultural ingresan a instituciones no selectivas que no siempre ofrecen calidad.
Así lo plantea la investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE), Carolina Guzmán, en un artículo publicado en el Centre for Global Higher Education , en el que examina el impacto de las tendencias globales de educación superior sobre América Latina.
Guzmán, quien es doctora en Educación de la Universidad de Barcelona, señala que una mayor cantidad de estudiantes y sus familias esperan acceder a la educación superior, ante lo cual se ha producido una diversificación de la oferta, con más grados y más instituciones disponibles en el mercado. Sin embargo, no todas las instituciones tienen el mismo estatus o prestigio y eso ha llevado a una situación en la que sólo pocos estudiantes pueden acceder a las más prestigiosas y selectivas universidades (habitualmente, son los estudiantes de mayor nivel socioeconómico). \"Los estudiantes de menor capital cultural y menor NSE entran a instituciones no selectivas cuya premisa es aceptar a todos quienes pueden pagar por sus estudios, pero que no ofrecen siempre un servicio de alta calidad\", dice Guzmán.
Agrega que la elección de estudiar en determinadas instituciones no es una opción real, sino una condicionada. Y plantea que, por eso, el debate sobre el acceso a la educación superior en América Latiina siempre debe estar acompañado de la pregunta \"¿acceso a qué calidad?\". \"El problema de la estratificación en el sistema de educación terciaria (que refleja las inequidades en la región) está más presente que nunca\", afirma la investigadora del CIAE.
Por eso, concluye Guzmán, un debate sobre el sistema público/privado sin considerar las inequidades en la región parece ser infértil.