El 67% de los estudiantes chilenos está interesado en aprender sobre ciencias y se entretiene cuando aprende cosas nuevas del área, según los últimos datos de PISA. Estas cifras son más altas que las mostradas por estudiantes de Finlandia, donde el 61% se muestra interesado en aprender ciencia. Asimismo, mientras el 35% de los escolares en Chile cree que trabajará en algo relacionado con la ciencia y tecnología cuando tenga 30 años, ese número baja al 15% entre los niños de Finlandia.

Sin embargo, el interés de los escolares de ambos países por estudiar ciencia está disminuyendo, algo que también sucede en naciones como Uruguay, Alemania, Japón y Bélgica y que no está relacionado con las habilidades mostradas en el área.

¿Cómo motivar entonces el aprendizaje de las ciencias? Es lo que indagó un estudio realizado por el CIAE de la Universidad de Chile y la Universidad de Helsinki, de Finlandia, con el apoyo de la Academia AKA Finlandia, entre escolares de Primer Año Medio de Chile y de los grados 9 a 12 en el país nórdico.

¿Los resultados? Colocando el foco en el uso del conocimiento, con la participación activa de los estudiantes, usando preguntas clave que guíen la indagación y que fomenten las actividades prácticas, se puede lograr el compromiso emocional de los escolares con las ciencias.

El estudio fue realizado entre 2016 y 2018 en establecimientos de Chile y Finlandia durante clases de  física, en las que se utilizó un módulo especial de contenidos STEM (sigla para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), en Chile y la estrategia conocida como “aprendizaje basado en proyectos” en Finlandia, alineados al currículo nacional de ambos países. Sus resultados fueron presentados en el seminario “Estudio sobre el Compromiso Emocional de Estudiantes en clases STEM”, realizado el 15 de enero en el Hotel Fundador.

Las preguntas claves del estudio fueron qué factores pueden explicar el compromiso con el aprendizaje de las ciencias, como el material curricular, la valoración subjetiva del trabajo escolar y de la asignatura, de la propia capacidad para aprender, del o la profesora y el sentido de pertenencia. Para recoger los datos, se usaron celulares, en los que los escolares iban respondiendo consultas sobre sus sentimientos, valoración y exigencia de las actividades.

La importancia del compromiso

Para lograr el aprendizaje en ciencias, es fundamental el compromiso emocional de los estudiantes en la materia. Así lo entiende el nuevo currículo finlandés, que ahora enfatiza la importancia del compromiso en el aprendizaje y en las actividades prácticas, mediante el uso de la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).  

 “El compromiso de los estudiantes no es una característica monolítica, sino que depende de la situación y requiere de ciertas precondiciones, que pueden ser gatilladas por los docentes, como el interés situacional por la tarea específica, las habilidades de los estudiantes relacionadas con la tarea y qué tan desafiante es la actividad”, explicó Jari Lavonen, jefe del Departamento de Matemáticas y Ciencias de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki.

El académico indicó que el método ABP parte con una pregunta que guía la indagación, como ¿por qué algunas cosas caen más rápidas y otras más lentas? O ¿Qué material escojo para construir una balsa? Agregó que durante todo el proceso los estudiantes son activos en la construcción del conocimiento, participando en actividades prácticas de trabajo colaborativo y en la que puedan crear un set de productos o representaciones externas de lo aprendido. Este mismo tipo de actividades se incluyó en el proyecto chileno en que a los estudiantes chilenos que participaron del estudio se les pidió con dos lupas construir un microscopio y luego un telescopio.

Luego de aplicar el módulo, en Finlandia se evidenció un aumento de los estudiantes que dijeron sentirse comprometidos con el aprendizaje de las ciencias y no hubo diferencia entre géneros, sin embargo sí hubo variaciones según el docente. Mismas conclusiones que se observaron en Chile, en el que el factor docente fue muy influyente en la variación de los resultados. “El valor del logro de la tarea, las expectativas propias y las de otros hacen más probable que se observen alto interés, desafío y habilidad en la clase de ciencias”, explicaron los académicos Beatrice Ávalos (CIAE U. de Chile) y Patricio Cumsille (Facultad de Educación UC).