Mientras los niños de países como Finlandia, Grecia y Estados Unidos se motivan más con la lectura a medida que avanza el año escolar, Chile es el único donde la motivación lectora disminuye. Así lo demuestra un estudio comparativo, realizado por investigadoras de la Facultad de Educación de la U. de los Andes junto a sus pares extranjeras.
Los académicos aplicaron un cuestionario a más de 1.500 alumnos de Chile, EE.UU., Finlandia y Grecia, al inicio y al término del año escolar. En él, les preguntaban diversas preguntas respecto de valoración y motivación lectora.
En Chile, la motivación lectora disminuye 5,2% entre marzo y diciembre. En Finlandia aumenta 1,3%; en Grecia, 1,7%; y en Estados Unidos, 2,3%.
Algunas de las preguntas que debieron contestar los alumnos en los cuatro países fueron: ¿Cómo te sentirías si te regalan un libro? o ¿Tienes un libro favorito?. Frente a la pregunta ¿Cómo te sientes respecto a la lectura?, las alternativas eran no me gusta, está bien y me gusta mucho. A comienzos del año escolar, el 95% de los escolares chilenos marcó la opción me gusta mucho. Sin embargo, al término del año escolar, sólo un 72,8% siguió pensando lo mismo.
Para Pelusa Orellana, decana de la Facultad de Educación de la U. de los Andes y autora del estudio, existen varios factores que influyen en la baja, como una desmotivación cultural general, sumada al alto precio de los libros y la falta de bibliotecas.
Sin embargo, para ella el problema también se genera en el aula. Los niños están formateados para leer un libro por curso y se aburren. Deberían tener la opción de poder escoger entre varias alternativas, para eso hay que tener mucha variedad de acuerdo a los niveles e intereses. Otro factor es que estamos muy acostumbrados a la novela; se lee poca poesía, biografía u obras de teatro, dice.
Para Carmen Sotomayor, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la U. de Chile, para que los niños lean, hay que incentivar primero a los padres. Si los papás no son lectores, los niños tampoco. Y tampoco hay suficientes colecciones para los niños en Chile por nivel. Hay muy poca industria que desarrolle colecciones entretenidas y dependiendo de la dificultad; por eso los niños se aburren, dice.
Los últimos resultados de la prueba internacional Pisa respecto de hábitos de lectura arrojó que en Chile el 40% de los estudiantes declara no leer por placer y un 36% dedica menos de media hora diaria a la lectura. Si bien los resultados ubican al país como uno de los mejores de América Latina en esta área, expertos coinciden en que leer poco perjudica la comprensión.
Existe una correlación muy alta con lo que es el dominio lector de la gente. O sea, a las personas que les gusta leer tienen mejor comprensión lectora, mejores procesamientos cognitivos. En general, los niños que son buenos para leer son niños que les va mucho mejor en el colegio y que se mantienen como buenos lectores, añade Orellana.
Relación que se sustenta también con los resultados del Simce de segundo básico entregados este año, que arrojaron que el 25% de los alumnos no logra las habilidades y conocimientos mínimos para comprender un texto. O que el 65% de los egresados de educación superior apenas pueda comprender textos simples, según concluyó un estudio del Centro de Microdatos de la U. de Chile.