Los estudiantes indígenas tienen resultados más bajos en pruebas estandarizadas que los estudiantes no indígenas. Esa es una de las conclusiones del estudio “Inequidad en los logros de aprendizaje entre los estudiantes indígenas en América Latina: ¿Qué nos dice TERCE?", realizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación, en alianza con Unesco.
El informe, realizado por los investigadores Juan Pablo Valenzuela, Claudio Allende, Diego Fuenzalida y Cristóbal Villalobos, analizó cuáles son las oportunidades de aprendizajes para los estudiantes indígenas en 11 países de América Latina, comparadas con los de estudiantes no indígenas, en la prueba TERCE, estudio de logro de aprendizaje en lenguaje, matemática y ciencia.
Una de las conclusiones fue que en todos los países donde fue aplicada la prueba, excepto Brasil y Guatemala, los estudiantes indígenas presentan una brecha negativa en todas las asignaturas. “Cuando uno analiza todos los grados y las asignaturas, se encuentra una brecha negativa para los estudiantes indígenas respecto de sus pares no indígenas”, dice Juan Pablo Valenzuela.
Además, el estudio revisó diversos estudios empíricos realizados en la región, algunos de los cuales establecen esta brecha de desigualdad e indican posibles factores asociados, tales como la vulnerabilidad social de la población originaria, su condición rural, entre otros aspectos que generan "desventajas acumuladas" para este grupo específico. Asimismo, como explica Diego Fuenzalida, algunos de estos estudios indican que el uso de la lengua originaria, cuando es usada como lengua escolarizada, puede afectar en los resultados en pruebas de comprensión del español aunque, sin embargo, se asocia al desarrollo de mejores competencias cognitivas en los estudiantes.
Los resultados del estudio, en la misma línea que la evidencia revisada, determinaron que no hay un solo factor que determine esta desigualdad entre población indígena y no indígena. Por el contrario, el estudio encontró que algunos factores de importante incidencia son la condición de ruralidad de la población, lengua materna indígena, trabajo infantil, interacciones con otros estudiantes en la escuela y aula, calidad de los recursos educativos y de las escuelas en general, actitudes y calidad de los profesores, condiciones de vulnerabilidad y acceso a servicios y oportunidades de hogares.
Políticas públicas para fortalecer la equidad
“Si el tema de la interculturalidad es relevante para hacer mejores y más pertinentes políticas educativas, la señal de la lengua es muy relevante”, dijo Valenzuela, destacando la importancia del fortalecimiento de las lenguas originarias en la escuela, en los métodos de enseñanza y evaluación, en el diseño curricular, etc., para concretar los procesos de inclusión.
Por otro lado, el estudio indica que existe un desafío en el fortalecimiento de las zonas urbanas respecto a estas temáticas, ya que existe una precarización de las oportunidades educativas entre los niños que viven en esta zona.
Finalmente, el informe señala que son necesarias políticas de apoyo a las escuelas y niños más vulnerables a nivel nacional. “Si hacemos políticas que vayan directo a los sectores más vulnerables, van a tener un efecto directo en los niños indígenas, ya que éstos van a escuelas donde la gran mayoría de sus pares no son indígenas”, concluyó Valenzuela.