“Es hora de que la sociedad se reconozca como intercultural”, afirmó Atilio Pizarro de UNESCO Santiago, para dar inicio al panel sobre políticas de inclusión, equidad e interculturalidad en educación, enmarcado en el encuentro “Conocimiento Indígena en América Latina. Experiencias y oportunidades para una política educativa con enfoque intercultural en la Agenda de Educación 2030”, que realizó UNESCO, el 5 de abril en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
A dicho panel fueron invitados los investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela y Diego Fuenzalida, quienes se hicieron parte de la discusión con la presentación de los resultados de su estudio “Inequidad en los logros de aprendizaje entre los estudiantes indígenas en América Latina: ¿Qué nos dice TERCE?”.
El economista Juan Pablo Valenzuela comenzó la intervención asegurando que la pregunta que motivó este estudio es cuáles son las oportunidades de aprendizajes para los estudiantes indígenas en las disciplinas evaluadas por el TERCE (lenguaje, matemática y ciencias), en 11 países de América Latina.
“Cuando uno analiza todos los grados y las asignaturas, se encuentra una brecha negativa para los estudiantes indígenas respecto de sus pares no indígenas, pero ésta se acentúa cuando uno considera la variable ‘lengua’”, dijo Valenzuela. Agregó que “si el tema de la interculturalidad es relevante para hacer mejores y más pertinentes políticas educativas, la señal de la lengua es muy relevante”.
Al respecto, el investigador y antropólogo social del CIAE, Diego Fuenzalida, agregó que existe evidencia en torno a que el uso de la legua originaria hace que los estudiantes indígenas tengan peores resultados en la comprensión de lectura en español. “Usar su lengua materna los afectaría en su rendimiento, a pesar de que tener competencias bilingües se asocia a mejores competencias cognitivas de los estudiantes”. Fuenzalida mencionó, además, ejemplos exitosos como Bolivia, donde se han adaptado los exámenes a la lengua materna.
Otro factor importante que acentúa la brecha es la zona geográfica. Según Valenzuela, las brechas más grandes están en las zonas urbanas y no rurales: “eso es un desafío de política pública, porque la migración del campo a la ciudad para optar a mejores oportunidades termina siendo una experiencia mucho más segregadora”, dijo.
Por otro lado, mencionó que no solo hay que hacer políticas especializadas para dar mejores oportunidades a los estudiantes indígenas. “Si hacemos políticas que vayan directo a los sectores más vulnerables, van a tener un efecto directo en los niños indígenas ya que éstos van a escuelas donde la gran mayoría de sus pares no son indígenas”.
Valenzuela agregó que “trabajar en las escuelas a las que asisten los niños indígenas es más efectivo que hacerlo con las familias”.
En el panel del que formaron parte los investigadores del CIAE, participaron también Maribel Mora, Directora de la Oficina de Inclusión y Equidad de la Universidad de Chile; y Ernesto Treviño, Director del Centro UC para la Transformación Educativa de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La actividad se enmarcó en una jornada organizada por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), para discutir la situación educativa de pueblos originarios y políticas que fortalecen el enfoque intercultural bilingüe dentro del marco de las nuevas metas de la agenda de Educación.