La lectura, escritura y oralidad son habilidades basales que los/as estudiantes deben manejar para cursar las distintas asignaturas del currículum. Sin embargo, en nuestro país, existe un porcentaje de estudiantes que presenta dificultades al momento de adquirirlas y desarrollarlas. “Tenemos datos de pruebas estandarizadas que nos muestran que uno de cada tres niños no lee comprensivamente a los 10 años, y esto es un problema que tenemos que abordar”, advierte Carmen Sotomayor,  coordinadora académica del Diplomado en Lectura, Escritura y Oralidad para la Educación Parvularia y  Primeros Años de Educación Básica, del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile. 

 ¿Cómo avanzar? Un aspecto importante para enfrentar este desafío es trabajar estas habilidades tempranamente. “Hay una serie de habilidades que se pueden desarrollar tempranamente y que van a ser precursores de la lectura y la escritura, no hay que llegar a cuarto básico para abordar el problema de la comprensión lectora, sino que se pueden desarrollar una serie de habilidades antes”, dice Sotomayor. 

 En esta línea destaca que lo más importante es que exista un desarrollo del lenguaje progresivo, una transición gradual y progresiva desde el lenguaje oral al lenguaje escrito. Junto a ello, enfatiza que se requieren profesionales que entiendan la interrelación entre lectura, escritura y oralidad y la relevancia de trabajarlas de forma integral: “Sabemos hoy día que la comprensión oral predice la comprensión lectora, sabemos que algunas habilidades de lectura son compartidas con las habilidades de escritura”, explica Sotomayor.  

 Algo que también rescata la profesora de educación básica de la Escuela Los Trigales de Temuco, Ana Curihuentro, desde su experiencia como estudiante del Diploma en Lenguaje del IE: “La integración de estas destrezas y habilidades son complementarias y es posible (y muy necesario) trabajarlas de una forma equilibrada y simultánea en el aula”.

 Por otra parte, se debe considerar el contexto sociocultural, las variables socioemocionales y la motivación de los/as estudiantes, lo que la docente ha puesto en práctica tras participar en las clases del diploma: “Incorporar las características cognitivas, el contexto sociocultural, y los ritmos de los niños y niñas al momento de trabajar, se ha traducido en una mejora significativa en la incorporación consciente y más profunda de nuevas palabras”, explica. 

 Conocimientos actualizados

 Otra clave para la enseñanza del lenguaje es contar con estrategias y herramientas actualizadas en base a la evidencia.

 Catherine Orellana, educadora diferencial y estudiante del diploma en lenguaje del IE, remarca que en estos meses y gracias a los conocimientos adquiridos, ha logrado enseñar efectiva y sistemática estrategias de comprensión lectora y generar una “batería de herramientas”, con el fin de que sus estudiantes puedan entender eficazmente el contenido de un texto.

 “Hemos trabajado la formulación de hipótesis, la lectura con pausas, el vocabulario, la creación de esquemas de síntesis, entre otros. Trabajo que ha sido muy bien recibido tanto por mis estudiantes como por el equipo de aula al que pertenezco”, puntualiza.

 Sobre este punto, la investigadora Carmen Sotomayor destaca que el diploma se basa en la investigación actualizada en el campo, "tanto la que se hace en el CIAE,  pero también investigación que se hace a nivel nacional e internacional”. 

 Equipos multidisciplinarios

 En el desarrollo de estas habilidades también juegan un rol fundamental los equipos multidisciplinarios, incluyendo a fonoaudiólogos/as, psicopedagogos/as y educadores/as diferenciales.

 Andrea Albornoz es fonoaudióloga de la Corporación Municipal de Educación de Maipú y estudiante del diploma. Si bien, como fonoaudióloga trabaja con objetivos de intervención que se centran principalmente en las habilidades lingüísticas y comunicativas, remarca que “la lectura y escritura también son parte fundamental del desarrollo comunicativo y social de los estudiantes y actualmente estas habilidades están muy descendidas, se han visto muy perjudicadas por la contingencia”. 

 En este sentido, para Andrea fue fundamental lo aprendido en el diplomado: “Ahora comprendo de forma más detallada cómo las habilidades que yo enseño van a influir más tarde en el proceso lector, desde la decodificación con apoyo de la conciencia fonológica, hasta la comprensión más global de la lectura utilizando recursos como las inferencias y comprensión de oraciones”. 

 Agrega que es clave la comunicación con profesionales de otras áreas y entender la realidad de las comunidades educativas. Sobre esto, destaca que su experiencia como estudiante del diploma ha sido de gran valor:  “La información entregada es muy clara, precisa y cuenta además con mucha evidencia que nos aterriza a las reales necesidades de las comunidades actuales, visualizar los puntos de vista de mis compañeros/as me entrega mucha información significativa de la labor dentro del aula y así yo puedo tomar mejores decisiones a la hora de planificar mis habilidades”. 

 El Diploma de Postítulo en Lectura, Escritura y Oralidad para la Educación Parvularia y Primeros Años de Educación Básica, abrió las postulaciones para su versión 2022, las clases se ralizarán entre marzo y noviembre del 2022 en modalidad online, buscando contribuir al perfeccionamiento de profesionales del área en la enseñanza del lenguaje a través del dominio conceptual y práctico de contenidos fundamentales para la adquisición y desarrollo del lenguaje.