“La educación es un derecho”, así lo señala el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Un concepto que ha sido reiterado en diferentes escenarios - como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989- y confirmado en 1990 en Jomtien, Tailandia, donde más de una centena de gobiernos se comprometieron colectivamente con la Declaración Mundial de la Educación Para Todos (EPT) que plantea la necesidad de que niños, jóvenes y adultos tengan acceso a una educación básica de calidad.

Diez años después, el compromiso se confirmó nuevamente. 164 países de todo el mundo reiteraron su acuerdo durante el Marco de Acción de Dakar el año 2000. Desde entonces, y en base a seis objetivos definidos y acordados para impulsar la Educación Para Todos al 2015, la UNESCO ha liderado la tarea de coordinar la acción de los participantes y monitorear el avance y cumplimiento de los objetivos, con la colaboración de otras entidades (PNUD, FNUAP, UNICEF y el Banco Mundial). Recientemente, los investigadores del CIAE, Beatrice Ávalos y Cristián Bellei, también han sido parte del esfuerzo de monitorear el estado de avance de los países de la región.

El CIAE en la EPT

El trabajo y colaboración de los investigadores del Centro en este esfuerzo mundial a favor de la EPT se ha generado en diferentes ámbitos y etapas de este proceso.

Para el 2013, Beatrice Ávalos fue requerida como experta en educación para retroalimentar la sección de formación de profesores, que será la temática central del próximo Informe. A esto también se suma su participación como miembro del consejo asesor, siendo uno de los tres académicos expertos que se incluyeron en esta comisión, junto con los miembros de las agencias donantes y de entidades regionales y civiles.

La profesora Avalos ha participado en dos Informes de Seguimiento sobre la EPT en el Mundo, documento donde se exponen los progresos en la consecución de cada uno de los objetivos de este compromiso mundial.

Su primera intervención fue en el Informe del año 2003-4, edición titulada “Género y Educación para Todos: El salto a la igualdad”, donde hizo una revisión de políticas de género en Chile; y la segunda, fue en el Informe de 2005, titulado “El Imperativo de la Calidad”.

Para Beatrice, lo más notable de esta iniciativa, es que se haya hecho una campaña internacional para mejorar la educación. “No se podía dejar que esto siguiera con la misma inercia, y de esto han resultado muchos programas y financiamiento para los países. Cada país tiene que hacer su propio programa de trabajo y las donaciones tienen que ser bien utilizadas, por lo mismo se les está dando ayuda en términos formativos y de información”.

“En Chile –agrega la experta en educación- tendemos a trabajar mirando la realidad chilena y comparándonos con el mundo desarrollado, sin embrago, de repente también es bueno mirar para el otro lado porque hay una tremenda desigualdad y nosotros podemos contribuir”.

Durante el 2012, por su parte, fue Cristián Bellei el encargado de liderar y coordinar la elaboración del Informe sobre la Situación educativa de América Latina y el Caribe, junto a un grupo de investigadores del CIAE, entre los que cuentan: Ximena Poblete, Paulina Sepúlveda, Víctor Orellana y Geraldine Abarca.

La finalidad de este documento era evaluar las metas que se planificaron para el 2015, diagnosticar el estado de avance de los objetivos para América Latina y el Caribe e identificar -a su vez- los nuevos desafíos y prioridades que debieran sumarse a la agenda de discusión post 2015 para la región.

Según Bellei, “La idea era hacer una reflexión que mirara no sólo el avance, sino también que tratara de proyectar cómo vamos a estar para el 2015 y que empezara a reflexionar más académicamente sobre los temas que vienen a futuro.”

El Informe fue realizado por encargo de la Oficina de UNESCO en Santiago con la idea de generar un documento cuya elaboración original fuera realizada por académicos externos y que sirviera como insumo para el trabajo que ellos realizan con CEPAL en América Latina y el Caribe, apoyando a los gobiernos y promoviendo el debate en la región en torno al compromiso de Educación Para Todos.

Según este informe, algunos de los principales desafíos que se plantean para los países de la región son: asegurar un nivel de calidad satisfactorio para la educación de la primera infancia; proveer mejores condiciones para que niños y adolescentes en situación de mayor desventaja social se queden y no deserten la escuela; consolidar la expansión de la educación secundaria, especialmente hacia la población más desventajada; asumir una definición amplia y no reduccionista del concepto de “calidad educativa”; avanzar en una mayor equidad de género, aún cuando los índices comparativos de acceso de las niñas y los jóvenes a la educación primaria y secundaria son bastante satisfactorios; y revertir la tendencia inequitativa de expansión en la región de la educación superior, además de fortalecer sus instituciones universitarias para generar una capacidad propia de producción científica y tecnológica, aspecto en que región se encuentra “crónicamente retrasada”.

Para descargar el informe completo, haga click aquí.