
Ironías de la historia: cuando en Chile las autoridades  anuncian una revolución en educación, la prueba Pisa de la Ocde viene a decirnos que  quizás esa revolución ya sucedió. 
              
		    Chile es uno de los países que más mejoró desde que se creó la prueba en 2000 y  de los pocos que han mejorado permanentemente. Más aun, entre 2006 y 2009, la  fracción de alumnos chilenos que no alcanza un nivel de lectura básico  disminuyó en 36%. En este período, sólo los alumnos de más bajo desempeño  mejoraron, disminuyó la brecha de resultados y -según la Ocde- el peso de la  desigualdad social hoy sería menor en Chile. Toda una revolución en educación.
  
		    Estudiar y comprender las causas de este mejoramiento de los resultados es una  tarea de vital importancia para quienes desean sostener y acelerar estos avances.  Los alumnos evaluados en Pisa 2000 comenzaron su educación en 1990 y los  evaluados en 2009, lo hicieron en 1999. ¿Qué tuvo de diferente la educación que  recibieron ambos? El propio informe de los autores de Pisa da algunas pistas.  Ellos afirman que probablemente el avance se deba a los programas focalizados  implementados a partir del retorno a la democracia (mencionan al P-900 y al  Mece), junto a las políticas de mejoramiento de los recursos para la enseñanza  (como la entrega de bibliotecas y textos de estudios) y otras medidas como la  reforma curricular y la jornada escolar completa. En efecto, en un reciente  estudio de la U.  de Chile, encontramos que los factores más importantes para explicar el  mejoramiento entre 2000 y 2006 de los chilenos de más bajo desempeño en Pisa  eran la disminución de la repitencia y la extensión de la jornada escolar. 
  
		    No será fácil para Chile seguir mejorando sus resultados (Pisa 2009 muestra una  desaceleración del mejoramiento). Para lograrlo, se debe poner más atención a lo  que muestra la evidencia y olvidarse de las propuestas ideológicas infundadas.  Por ejemplo, los autores de Pisa afirman que los sistemas escolares de buenos  resultados y, a la vez, equitativos combaten la segregación, no promueven la  competencia entre escuelas, aseguran una educación común y poco diferenciada y  privilegian el mejoramiento de los salarios de los profesores. ¿Son esas las  prioridades de la "revolución" que se ha propuesto?




