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Libro detalla que sólo una de cada diez escuelas mejora en una década y explica factores en común

lunes, 19 de mayo de 2014
- Fue presentado el miércoles 14 de mayo en una ceremonia encabezada por el Director del CIAE, Rafael Correa; la representante de UNICEF en Chile, Hai Kyung Jun; y a la que asistirá el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. Comentará el libro el presidente de Educación 2020, Mario Waissbluth.

Sólo una de cada diez escuelas del país logró desarrollar una trayectoria de mejoramiento sostenida e integral en cuarto básico en la década del 2000, es decir, en matemáticas y lenguaje. ¿Qué características tienen estas escuelas? ¿Qué factores explican su mejoramiento? ¿Cuánto tiempo demoran estos procesos?

Las conclusiones se recogen en el libro Lo Aprendí en la Escuela. ¿Cómo se logran procesos de mejoramiento escolar?, editado por Cristián Bellei, Juan Pablo Valenzuela y Xavier Vanni, investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE); y Daniel Contreras, de UNICEF, que fue lanzado el miércoles 14 de mayo.

La actividad fue encabezada por el director del CIAE, Rafael Correa; y la representante de UNICEF en Chile, Hai Kyung Jun, y en ella participará el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. Comentará el libro el presidente del Directorio de Educación 2020 y profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, Mario Waissbluth. Compartieron sus experiencias y aprendizajes de haber liderado dos  de estos establecimientos, Luisa Morgado, directora de la escuela Valentín Letelier de Calama; y Haydee Inostroza, directora del Colegio Ciudad de Frankort de San Joaquín. Moderó el periodista y Premio Nacional de Periodismo, Sergio Campos.

La investigación forma parte de la línea de trabajo conjunto que vienen desarrollando  el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE) y el Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia UNICEF desde 2008 y que desde 2011 se inserta  en un proyecto Anillo de Ciencias Sociales sobre efectividad escolar en Chile.

En la investigación se buscó primero identificar establecimientos educacionales de todo Chile que lograron un mejoramiento escolar sostenido a lo largo de la década del 2000 y, luego, analizar en profundidad doce escuelas.

Algunas de las conclusiones: los procesos de mejoramiento son endógenos a las escuelas, pero no son autónomos del contexto y de las políticas educacionales; la forma en la que la institución se ordena es también clave, pues los directivos están sistemáticamente presentes como actores clave, promoviendo cultura profesional y de innovación, motivación e identidad. Existe también una dimensión subjetiva, que involucra la cultura de la escuela, una identidad compartida, y una alta motivación de los docentes. Como cuarto factor figura la gestión técnica-pedagógica, que es el corazón de los mejoramientos estudiados.

Sin embargo, los procesos de mejoramiento son graduales y demandan tiempo. No hay soluciones de corto plazo como las que se muchas veces dominan el debate sobre educación.

 

Principales hallazgos

Pese a que el estudio detectó que el 41,2% de los colegios mejora su desempeño en la década, sólo alrededor del 9% experimentó trayectorias sostenidas de mejoramiento escolar. Los investigadores entonces se enfocaron en ellos, aplicando criterios teóricos como baja selectividad, consistencia de resultados de 8° básico y superar un nivel mínimo de desempeño. Tras aplicar criterios de interés adicionales (gratuitos o de bajo cobro, heterogeneidad territorial e institucional, estabilidad en la matrícula, desempeño consistente en ciencias sociales y naturales), finalmente se eligieron 12 establecimientos. Las escuelas seleccionadas incluyen tanto de dependencia municipal (7) como particular subvencionada (5), y están localizadas tanto en la Región Metropolitana como en otras ocho ciudades del país. También tienen diferentes niveles de desempeño académico promedio y de grupos socioeconómicos Bajo, Medio-Bajo y Medio.

Los investigadores pudieron detectar que los factores claves para comprender a qué se debió que estas escuelas mejoraran se agrupan en cuatro dimensiones: el contexto, los desafíos institucionales del mejoramiento escolar, la cultura y motivación de la escuela y la gestión técnica pedagógica. Estos factores operaban de manera diferente según el nivel de logro inicial de las escuelas y las dificultades iniciales que enfrentaban.

Dentro del contexto, los investigadores encontraron la importancia de las familias. En dos tercios de las escuelas, éstas mantenían una fluida comunicación con las familias y promovían su participación en actividades complementarias; y en alrededor de un tercio habían desarrollado estrategias para involucrarlas activamente en el proceso educativo. Dentro de éste ítem, los sostenedores también son importantes, puesto que parecen haber tomado medidas para hacer el mejoramiento viable y sostenerlo en el mediano plazo. En casi todas las escuelas públicas, los sostenedores han entregado crecientes grados de autonomía a los directores, traspasándoles decisiones de inversión de recursos, selección de personal docente, y gestión de proyectos. En las escuelas que son emprendimiento individual o familiar, su desafío ha sido como constituir profesionalizar la gestión y no depender excesivamente de sus docentes-propietarios. Finalmente, dentro de la variable contexto, los investigadores encontraron que el SIMCE y la Subvención Escolar Preferencial (SEP) han sido relevantes, cuando van acompañadas de condiciones internas en la escuela, en especial de capacidades de liderazgo. El SIMCE en algunas escuelas ha sido un hito gatillante de los procesos de mejoramiento. La SEP ha sido relevante, no tanto para iniciar sino para sostener y proyectar los procesos de mejoramiento escolar. El estudio identifica también los riesgos asociados a estas políticas cuando ponen excesiva presión sobre las escuelas por el aumento de puntajes en pruebas estandarizadas.

Respecto al segundo ítem (desafíos institucionales), se encontraron tres factores relevantes: los directivos, la innovación y políticas de recursos humanos. El libro concluye que los directivos de la mayoría de las escuelas tienen una alta legitimidad y valoración de su liderazgo en la conducción de la escuela, como en el plano técnico pedagógico. Además, hay duplas de liderazgo entre el director y el jefe de UTP.

No es todo. Las escuelas realizan también un trabajo de innovación constante, que no consiste en aceptar todas las propuestas externas, sino de analizar crítica y colectivamente las ideas y seleccionar las que tienen mayor probabilidad de éxito dado el contexto de la escuela. Finalmente, estas escuelas han desarrollado políticas de recursos humanos, como mejores condiciones de trabajo, cumplimiento de responsabilidades profesionales básicas como el inicio puntual de las clases, selección de profesionales competentes y conformación de equipos docentes estables. En la práctica, estas escuelas son centros formadores de sus profesores.

En cuanto al cuarto eje, el estudio detectó que estos establecimientos  tienen en común una cultura compartida sobre la escuela, la profesión docente y los estudiantes. Estos relatos  interpretan la calidad como excelencia, como educación integral y del compromiso social como misión educativa. También existe un espíritu de trabajo en equipo, altas expectativas y un trabajo mancomunado entre escuela, estudiantes y familias. Finalmente, se detectó una alta autoestima de los alumnos y docentes y una buena convivencia escolar.

Por último, el libro identifica varios factores que hacen más difícil el mejoramiento escolar (como la segregación, la formación inicial docente, o las condiciones de trabajo de los profesores) y que contribuyen a entender por qué es tan esquivo y se distribuye tan desigualmente en Chile. En definitiva, la publicación entrega un sinnúmero de pistas para las políticas de mejoramiento y la gestión educacional en Chile.

 

 

Autor:

Comunicaciones CIAE