“Durante el primer semestre del año 2013 comencé mi labor docente con mucho ánimo sin importar el pago de fin de mes, el nivel socioeconómico de los niños, la relación que podía tener con los profesores durante el año y el orden que podía lograr dentro del aula. Simplemente quería comenzar mi primera experiencia en el sistema escolar. Quería hacer clases”. El testimonio es de Valentina, docente general básica mención matemáticas, una de las seis docentes que participaron del libro Iniciación a la docencia narrada por sus actores (Editorial Universitaria, 2022), editado por la investigadora del CIAE, Beatrice Ávalos.

A través de 116 páginas, el libro ofrece un retrato de las experiencias que viven las y los profesores al ingresar al ejercicio docente. Surge de la investigación realizada en el marco del Proyecto Fondecyt 1120740, sobre el tránsito de 150 futuros profesores y profesoras y recibió además el Premio Juvenal Hernández para su publicación.

Los profesores jóvenes (con un año de ejercicio) representan el 4,2% de todos los docentes del país y es el grupo con mayor riesgo de desertar. “En este contexto, es clave cómo acompañamos a los profesores en esos primeros años y justamente este libro nos habla de las dificultades, desafíos y tensiones acerca de este periodo”, explica Joaquín Walker, director de Elige Educar.

El libro describe las trayectorias de docentes desde el último año de su formación docente hasta sus dos primeros años de ejercicio profesional, pasando por su inserción laboral. Inicialmente el equipo investigador contactó a un grupo de 150 futuros profesores, para luego tomar contacto con entre 25 y 29 nuevos profesores. De ellos, ocho participaron de grupos de discusión y talleres de escritura de narrativas centrados en sus experiencias como nuevos docentes y finalmente seis de sus experiencias quedaron reflejadas en el libro. “El concepto de narrativas ha sido desarrollado por varias investigadoras y parece un concepto interesante de usarse como una manera de conocer o investigar los temas centrales del ejercicio profesional, porque obliga a la reflexión individual y cuando se narra entre pares, también se debe hacer comprensible la situación para otras y otros”, dice Beatrice Ávalos, Premio Nacional de Educación y editora del libro.

En el texto, cada una de las narrativas escritas por los docentes sirve para ilustrar un momento concreto de la inserción laboral, como las micro culturas escolares, la inclusión, los errores, la disrupción escolar y el avance o aprendizaje profesional de un año a otro. La identidad docente puede definirse como la representación que el profesor en ejercicio o en formación desarrolla de sí mismo como profesor. Sus elementos centrales están marcados por elementos biográficos, la especialización curricular, las experiencias del trabajo en colegios y los contextos sociopolíticos en los que comienzan a trabajar. De esta forma, impactan dicha identidad el modo como los nuevos docentes enfrentan el medio escolar en el que comienzan a ejercer, la forma en la que conjugan su perfección de autoeficacia con las demandas docentes y cómo interactúan con el currículo, entre otros.

“El libro permite escuchar experiencias en primera persona de profesores y profesoras y eso es clave puesto que orienta a los formadores de docentes, a la política pública y a otros profesores y profesoras que están empezando”, dice Walker. “Cuando uno entra a estudiar Pedagogía tiene muchas ambiciones de cambiar el mundo. Cuando uno ingresa al mundo laboral, al aula, se va focalizando y se van generando herramientas para ir paso a paso y eso implica un trabajo arduo”, agrega Felipe Jaques, profesor de Historia y Geografía y cuyo testimonio también está presente en el libro.