Evaluar el desarrollo de los primeros años de vida de niños y niñas es fundamental para favorecer su desarrollo y también para monitorear las políticas públicas, ya que permite tener información actualizada sobre grupos poblaciones específicos para planificar políticas focalizadas. “Durante la primera infancia se construyen las bases del bienestar, salud y productividad para el resto de la vida, es un periodo crítico donde se construyen las bases del desarrollo. Una intervención temprana de calidad exige herramientas de calidad, válidas y pertinentes que permitan construir indicadores”, explicó la directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Carmen Sotomayor.
El TADI , desarrollado por el CIAE de la U. de Chile y CEDEP con apoyo de FONDEF, marcó en 2012 un hito en este ámbito al ser el primer instrumento, pertinente a la realidad chilena, que medía el desarrollo y aprendizaje de niños y niñas de entre 3 meses y 6 años. Con más de 3 mil baterías vendidas y siendo utilizado en centros de salud y establecimientos educativos, en investigación y en la formación de profesionales de Chile, Argentina y Uruguay, este jueves 12 de octubre se presentó una actualizada versión de este test.
“Es fundamental contar con instrumentos robustos que puedan entregar insumos para las políticas públicas. Hay una desactualización en nuestro país y necesitamos impulsar el desarrollo de instrumentos para medir adecuada y oportunamente el desarrollo psicomotor de niños y niñas. Este instrumento actualizado entrega insumos para esa conversación”, indicó, durante el lanzamiento, Jeanet leguas, encargada nacional del programa Chile Crece Contigo del Ministerio de Desarrollo Social.
El TADI evalúa el desarrollo y el aprendizaje de niños de 3 meses a 6 años, en cuatro dimensiones: socioemocionalidad, cognición, motricidad y lenguaje. Además, es de bajo costo, su aplicación es simple y rápida (20 a 30 minutos por niño/a), posee un servicio de corrección en línea que permite almacenar las evaluaciones realizadas y cuenta con indicadores de validez para los pueblos atacameño, aymara y mapuche. Esta nueva versión, además, fue estandarizada para la población inmigrante de habla hispana. “Cualquier niño y niña que viva en este país puede mostrar sus conocimientos y habilidades, ya sea del norte, del sur o que haya nacido fuera. Por ejemplo, al pedir que reconozca árboles, el test no pregunta por árboles específicos, sino que pide al niño o niña que dé nombres para que el del norte mencione al tamarugal, el del sur a la araucaria y el niño migrante al árbol de su país”, mencionó Martha Edwards, investigadora de CEDEP y directora del FONDEF que permitió la actualización del TADI.
El proyecto FONDEF buscó, específicamente, mejorar la escalabilidad del test; definir un Gold Standard válido para determinar su sensibilidad y especificidad; y reestandarizar el test. “La nueva versión del TADI cuenta con mayor evidencia sobre su validez y confiabilidad, demostrando su robustez psicométrica”, señala Marcela Pardo, investigadora del CIAE y directora alterna del proyecto.
Reconocido como caso de desarrollo exitoso
El TADI fue recientemente reconocido por la Universidad de Chile como un desarrollo exitoso, incluyéndolo en los diez casos de éxito recopilados en el libro “Soluciones de impacto: casos de éxito en innovación de la Universidad de Chile”, publicado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Casa de Bello.
La nueva versión del TADI estará disponible para público durante el primer semestre de 2024 a través de la empresa licenciataria, Galileo Libros, entidad que comercializa y distribuye la batería actual.