Debido a la pandemia por el COVID-19, que obligó a cerrar presencialmente las aulas a nivel mundial, los y las profesores se vieron obligados a trabajar con sus alumnos a través del aprendizaje a distancia y en línea, en escenarios nuevos para la mayoría de ellos. Estudios anteriores han destacado que un aspecto central que afecta el nivel de integración de la tecnología en las prácticas docentes son las creencias de profesores y profesoras sobre la enseñanza y el aprendizaje con tecnología. Dichas creencias pueden ofrecer una idea de cómo actúan los profesores en relación con el aprendizaje, el plan de estudios, la escolarización y la transferencia de conocimientos.
Por esto, un estudio -elaborado por investigadores del CIAE de la U. de Chile, del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de O’Higgins y de la Universidad de Concepción- se propuso explicar los factores asociados a las prácticas y creencias de docentes de matemáticas chilenos, durante de los primeros meses de la pandemia. El estudio indagó en cuáles son las creencias y prácticas durante la educación remota de emergencia y cómo ellas se correlacionan; cuáles son las diferencias entre creencias pedagógicas y tecnológicas de los profesores y sus prácticas en los diferentes tipos de escuelas; y cuáles son las diferencias entre dichas creencias y sus prácticas según las características individuales de los docentes.
Para esto, se aplicó una encuesta online entre mayo y julio del 2020. Participaron voluntariamente 423 profesores de matemáticas en servicio, pertenecientes a establecimientos municipales, subvencionados y privados.
Los resultados muestran que los docentes, en general, tienen un alto nivel de autoeficacia en el uso general de la tecnología, por ejemplo, para utilizar las redes sociales. Sin embargo, declararon creencias moderadas respecto a su capacidad para enseñar a través de la tecnología. Por otro lado, los docentes con mayores puntajes en esta variable perciben mayor potencial en la enseñanza en línea, mayor desacuerdo con las barreras de la enseñanza en línea y declaran prácticas de enseñanza más activas desde la perspectiva del docente y alumno.
Según el reporte de los y las docentes, ellos y ellas perciben que son mucho más activos/as que sus estudiantes en las actividades en línea durante la pandemia. Sin embargo, existe una correlación muy alta entre las prácticas de enseñanza centradas en las acciones del docente y las centradas en las acciones de los estudiantes, lo que demuestra que los/as docentes más activos/as perciben a sus estudiantes como más participativos. Esto es consistente con los resultados reportados en otros estudios referidos a las creencias y prácticas de enseñanza, donde los/as profesores constatan que el foco del nuevo paradigma de enseñanza remota son los/as estudiantes, por lo que todas las estrategias deben ir en dirección de reconocer el conocimiento que los alumnos aprenden en contexto.
Respecto a factores demográficos, la edad no tuvo relación con las creencias pedagógico-tecnológicas de los docentes ni con sus prácticas remotas. Además, el género no juega un papel importante en la autoeficacia de los docentes en el uso o la enseñanza a través de la tecnología. Sin embargo, emergieron diferencias de género significativas para las prácticas docentes, donde las mujeres reportaron ser más activas que los hombres.
Finalmente, el estudio confirma una influencia significativa del contexto socioeconómico en las creencias y prácticas de los maestros durante la pandemia (Figura 1), ya que los/as profesores de las escuelas municipales presentan autoeficacia y nivel de las practicas más bajas, mientras que los profesores de las escuelas privadas tienen las más altas. Sin embargo, las percepciones de los/as profesores sobre el potencial de la educación (CRE en la figura 1) a distancia, así como sus dificultades (BAR en la figura 1), fueron relativamente similares entre los/as participantes de diferentes tipos de escuelas. Tal información sugiere que los/as responsables de la formulación de políticas públicas deben proporcionar recursos y conocimientos adecuados para ayudar a los docentes a integrar tecnologías en la educación a distancia, especialmente aquellos que trabajan en el sector público. Los resultados de esta investigación entregan evidencia para la toma de decisiones para superar la compleja situación que viven los docentes de educación a distancia.
Para saber más
En la encuesta, realizada a 423 profesores/as de matemáticas, se midieron cuatro variables relacionadas con las creencias pedagógico-tecnológicas:
- Autoeficacia en el uso de la tecnología (AUT): creencias sobre su capacidad para usar la tecnología y las redes sociales.
- Autoeficacia en la enseñanza a través de la tecnología (AET): creencias sobre su capacidad para enseñar mediante el uso de la tecnología y generar un impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes.
- Creencias sobre el potencial de la enseñanza (CRE): Percepción del potencial de la enseñanza en línea para promover el aprendizaje
- Barreras (BAR): Percepciones de los profesores sobre las dificultades y barreras asociadas la enseñanza online
Además, se consideraron dos variables para medir las prácticas de los docentes:
- Prácticas docentes durante la enseñanza remota centradas en la acción docente (PR_D).
- Prácticas docentes durante la enseñanza remota centradas en la acción de los estudiantes (PR_E).
Autores: Farzaneh Saadati, Valentina Giaconi, Eugenio Chandia, Nicole Fuenzalida, Mariana Rodríguez Donoso (CIAE U. de Chile, UOH, Universidad de Concepción)
Principales resultados:
- Los/as docentes más activos/as perciben a sus estudiantes como más participativos.
- Ni la edad ni el género tuvieron relación con las creencias pedagógico-tecnológicas de los docentes ni con sus prácticas remotas.
- Hay una influencia significativa del contexto socioeconómico en las creencias y prácticas de los maestros durante la pandemia.
