En 2004, un informe de la OCDE para Chile señalaba que “el débil nexo entre las reformas y la formación inicial docente (FID) ayuda a crear una brecha de capacidad en la fuerza docente” y señalaba que, a menos que la FID corrija esta deficiencia en forma sistemática, “Chile no podrá emerger de este ‘círculo vicioso’ en muchos años”.

Catorce años después, el correspondiente informe de la OCDE del año 2018 volvió sobre el tema, señalando que “Chile debiera establecer una estrategia coherente y evolutiva a nivel de sistema” y que ésta “debiera enfocarse en mejorar el conocimiento y las habilidades de los profesores, perfeccionar la práctica instruccional e incrementar la colaboración”.

Hoy la situación no ha cambiado de manera sustantiva: “Seguimos teniendo un débil nexo entre las reformas curriculares y la formación inicial. Los futuros profesores de matemática están siendo formados alejados del curriculum escolar y no adquieren las herramientas para desarrollar una didáctica en el aula que fomente las habilidades matemáticas”, dice el investigador del CIAE y director de proyecto, Cristián Reyes.

Por ello, un equipo de investigadores del CIAE, busca validar un modelo para desarrollar habilidades matemáticas en estudiantes de Pedagogía de Enseñanza Básica, con énfasis en la resolución de problemas. El proyecto nació de la Iniciativa ARPA, que desarrollan el CIAE y el Centro de Modelamiento Matemático de la U. de Chile. “El modelo en cuestión pretende que los futuros profesores de educación básica construyan un conocimiento profundo y especializado de la matemática que tendrán que enseñar y que desarrollen habilidades para percibir, interpretar y tomar decisiones, respecto de experiencias del aula escolar”, agrega Reyes.

El equipo trabajará en alianza con las universidades de Antofagasta, de Concepción y la U. Diego Portales, para incorporar en las asignaturas de matemática o didáctica de la matemática, oportunidades para que los futuros docentes puedan enfrentar situaciones problemáticas en el aula que implican un conocimiento específico y profundo de la matemática escolar. Ello, con foco en metodologías directamente transferibles al aula escolar, que promuevan el trabajo colaborativo, el razonamiento matemático, y el aprendizaje activo.

El objetivo general es construir y validar un modelo de enseñanza de formación inicial docente, que pueda entregarse a los programas de educación básica de las universidades de todo el país.