La ampliación de la jornada ha tenido impacto en el Simce y en la organización del trabajo de los profesores. Y, como efecto colateral, redujo la maternidad y los hechos delictuales de los jóvenes que estudiaron con esta reforma.  

Beneficios alcanzados en áreas impensadas inicialmente -como una reducción de la delincuencia y el embarazo adolescente-; impactos pequeños en los indicadores de desempeño tipo Simce, e insignificantes efectos en salarios y empleabilidad, son algunas de las conclusiones que se sacan de diversos estudios realizados para evaluar el efecto que ha tenido en el país la implementación de la Jornada Escolar Completa (JEC).

Impulsada a fines del gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle en los 90 -para lo cual se subió la tasa del IVA en forma permanente-, representa el esfuerzo más grande del erario fiscal en las 2 últimas décadas orientado a la educación: $1,449 billones (millón de millones de pesos) desde su partida hasta 2010, según cifras del Instituto Libertad y Desarrollo.

El "scanner" a la JEC lo realizaron expertos como Dante Contreras, Sergio Urzúa, Paulina Valenzuela, Diana Kruger y Cristian Bellei. Sus análisis revisan el impacto que esta política pública ha tenido sobre diversas variables: aprendizaje de los alumnos, trabajo de los profesores, posibilidades laborales para las mamás, maternidad adolescente y salarios de los que egresaron de este sistema.

Fin al "profesor taxi"

Un estudio sobre los beneficios que genera la JEC realizado por Cristián Bellei, investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, concluye que ésta "ha tenido un impacto positivo en la organización del trabajo de los profesores: "Hay un tremendo aumento de horas docentes disponibles, lo que ha permitido concentrar a los profesores en las escuelas y terminar con este profesor taxi que andaba de colegio en colegio".

Aunque advierte que, como contrapartida, "el aumento de la jornada ha generado cierto agotamiento en los estudiantes", debido a la forma en que se organiza la jornada en la tarde.

Otro aspecto que releva Bellei es el impacto que ha tenido la JEC en el aprendizaje de los estudiantes. "Estudié en qué medida mejores resultados del Simce en lenguaje y matemática estaban asociados a la jornada completa y encontré que los estudiantes bajo el régimen tenían mejores logros en esta materias que los que habían estudiado en las mismas escuelas en tiempos previos sin JEC", relata.

El estudio de Bellei resalta que la JEC ha mejorado en 3 puntos promedio en lenguaje y en 4 puntos promedio en matemáticas, y destaca el impacto en los niños de colegios rurales y municipales. "Nuestra hipótesis era que quizás la JEC impacta más en aquellos estudiantes que tienen más restricciones en sus casas de espacio, de tiempo y de apoyo", agrega.

Comenta que "aunque el impacto demostrado es pequeño para los recursos y las expectativas, no es para nada irrelevante. Hay una buena cantidad de literatura, sobre todo de economistas, que dice que el aumento de recursos en las escuelas no mejora en nada los resultados, que tienen efectos neutros y hasta negativos, y, por lo tanto, que haya habido una mejora en algo ya es un excepción".

Hay un estudio del investigador Juan Pablo Valenzuela -en el que también participó Bellei- que mide las causas que explican el mejoramiento de los resultados obtenidos por los estudiantes chilenos entre la PISA 2001 y la de 2006. Entre sus conclusiones destaca que "poco mas de dos tercios del mejoramiento de resultados PISA se deben a un incremento de los recursos disponibles para los estudiantes, mientras el tercio restante se explica por un mejoramiento en la eficiencia en el uso de dichos recursos". Estima que los principales factores de este mejoramiento son el aumento en la escolarización de los alumnos repitentes y el mayor retorno obtenido por el efecto par. Y, como factor adicional, al mejor resultado de las mujeres.

Pero también concluye que, "en términos generales, mientras el aumento de recursos disponibles ha tenido un efecto equitativo en el mejoramiento, el aumento en la eficiencia en el uso de dichos recursos ha tenido un efecto regresivo, beneficiando mayormente a los alumnos de mejor desempeño".

Según Bellei, "esto ratifica lo que la evidencia internacional muestra: los programas de aumento de tiempo escolar tienden a tener impacto positivo en los logros de aprendizaje de los niños, pero modestos".

Aumentó 5% la participación laboral de las madres solteras

La JEC, como toda reforma, ha tenido una serie de efectos colaterales que han sido medidos por los expertos. Entre ellos, el impacto en las madres solteras, medido por el académico de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile Dante Contreras y la consultora del BID Paulina Sepúlveda .

"Nuestra idea era ver qué pasaba con el tiempo de las madres en el minuto que los niños pasan más en las escuelas. ¿Trabajan más, entran al mercado laboral? Para responder estas preguntas tomamos la encuesta Casen y estudiamos los efectos que tenía que el hijo de esta mujer pasara más tiempo en la escuela sobre su participación laboral y probabilidad de empleo", afirma.

Agrega que el estudio se acota a los efectos de la JEC sobre las madres que tenían hijos de entre 8 y 13 años: "Encontramos que efectivamente la JEC tiene efecto colateral en la participación laboral de estas madres, aumentando los ingresos de la familia y disminuyendo los efectos de pobreza. El efecto es que las madres solteras que comenzaron a trabajar después de esta política aumentaron en 5%".

Los académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) Diana Krugery Matías Berthelon analizan a la población adolescente en las encuestas Casen desde 1990 hasta 2006. ¿Conclusión? El acceso a liceos con JEC redujo la maternidad adolescente en Chile en el período 1997-2006. Es decir, estar más tiempo en el colegio ha producido una disminución en la maternidad temprana, debido a que las y los jóvenes pasan una mayor proporción de su día bajo supervisión adulta. Además, la reducción de la maternidad precoz ocurrió entre jóvenes más pobres, lo cual se puede atribuir a que en niveles socioeconómicos más bajos el colegio se torna en un factor protector de conductas riesgosas que pueden llevar a un embarazo.

Según Kruger, "la JEC ha sido criticada por su bajo impacto en la calidad de la educación, objetivo principal de la reforma. No obstante, también se planteó como objetivo proveer un espacio seguro para los jóvenes, donde se disminuirían los riesgos sociales a los que estaban expuestos, tales como las drogas, la delincuencia y otros. En este sentido, la JEC ha sido exitosa. Al aumentar la cantidad de horas que pasan en el colegio, ha tenido un efecto indirecto positivo en las jóvenes chilenas, ya que son menos propensas a tener un embarazo adolescente, lo cual debiera mejorar sus oportunidades laborales y económicas futuras".

Sobre el impacto de esta reforma en la delincuencia juvenil, concluyen que en las comunas con más liceos JEC los jóvenes tienen menor probabilidad de delinquir.

Estos resultados son consistentes con la evidencia de un trabajo del economista del CEP Sergio Urzúa en conjunto con el profesor de la Universidad de Carolina del Norte Tiago Pires, en que analizan el impacto de la JEC en las decisiones de fertilidad de una muestra de adultos jóvenes. En este caso, la evidencia demuestra además que la política redujo la probabilidad de participar en actividades criminales, pero que no tuvo un impacto significativo en los salarios y el empleo luego de haber terminado los estudios.

El bajo impacto sobre los resultados laborales es confirmado por otro estudio realizado por Urzúa en conjunto con Jorge Rodríguez (Cieplan) y Dante Contreras. Este trabajo muestra que ni la Jornada Escolar Completa ni el Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño (SNED), que premia a los mejores colegios, tuvieron impacto en los estudiantes en el mediano plazo.

"Encontramos que la JEC no tuvo impacto significativo sobre los salarios de quienes experimentaron la reforma. Así, al final encontramos que, más allá de aumentos marginales en el Simce, la política pública en materia educacional que estaba diseñada para cambiar la estructura de enseñanza a partir del mayor tiempo en el sistema educacional, finalmente, no ha tenido un impacto significativo en los resultados laborales futuros de los estudiantes", dice Urzúa.

Agrega que "esto hace necesario pensar en el real análisis de costo-beneficio que a la postre tuvo esta cara reforma. Lo importante es evaluar continuamente las políticas, para poder saber si están o no funcionando. Pocas veces se hace esto en Chile, por eso usualmente se llega tarde para hacer los cambios necesarios", agrega.

Los expertos plantean que si bien la ampliación de jornada ha tenido un efecto positivo -en términos de las oportunidades que les abre a los niños y profesores al aumentar el tiempo para el aprendizaje y de convivencia-, aún hay espacio para seguir mejorándola.

Para Cristian Bellei, los desafíos de esta política no pasan por seguir extendiendo el tiempo en el aula, sino por hacer más productivo su uso actual, apostando a "mayor capacitación a los profesores, más apoyo a las escuelas, con recursos, con orientaciones más claras entre las diferencias de lo que se puede hacer en la mañana y en la tarde, entre otras recomendaciones".

Algunos ejemplos: "En los colegios hay muchas interrupciones, entre ellas, el control de asistencia por la subvención. Además las escuelas tienen poca capacidad de disciplinar a los niños para que haya un clima en el aula de concentración, de trabajo, y los profesores son deficientes en lograr que haya un buen enfoque en la tarea durante la clase".

También releva la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo de los profesores: "Por ejemplo, aumentamos ahora la subvención escolar como plata de libre disposición al sostenedor, cuando en realidad en todo el mundo lo que harían es subir el sueldo a los profesores", enfatiza.