Entender los desafíos que están enfrentando las escuelas para incluir a los estudiantes con distintas habilidades académicas, fue el tema central del seminario Inclusión Social y Académica: De la política a la escuela, organizado por el Centro Justicia Educacional y el Centro de Investigación Avanzada en Educación, CIAE, de la Universidad de Chile.

El evento, realizado en el Aula Magna del Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica, contó con la participación internacional de María Balarín, Investigadora Principal en el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), Perú.

En su presentación denominada “La situación de la desigualdad educativa en América Latina y el Perú en el contexto actual”, Balarín destacó que “luego de una década de la implementación de mercados educativos en la educación pública en varios países en desarrollo, la literatura empieza a mostrar con mucha consistencia que la promesa de los mercados educativos de lograr una mayor calidad a menor costo y sin comprometer la equidad, no se cumple”.

En ese sentido, agregó que “de esa forma, vemos que las escuelas se vuelven más homogéneas en su interior y más disimiles entre sí, y este proceso es aún mayor en las escuelas privadas”, señaló.

Luego, Alejandro Carrasco, Director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE UC, presentó  “Tendencias y transformaciones recientes del sistema escolar chileno desde la perspectiva de la inclusión educativa”. El académico de la UC hizo hincapié en que “la educación es un problema político. El sistema escolar tiene un rol en la construcción de una comunidad política. De esa forma, se debe el respeto a cada ciudadano, asegurando la cooperación social, cautelar la libertad y autonomía para proyectos de vida propios y supone una obligación en virtud de lo que los ciudadanos de una comunidad democrática se deben entre sí”, comentó.

A continuación, Ernesto Treviño, Director del Centro para la Transformación Educativa, CENTRE-UC, y Juan Pablo Valenzuela, Investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación, CIAE, mostraron algunos resultados del Fondecyt No. 1150261 “Agrupamiento de estudiantes al interior de la escuela y prácticas educativas. Experiencias y lecciones de política” y Fondecyt No. 1150603 “Ordenamiento académico al interior de los establecimientos del sistema escolar chileno: magnitud, causas y efectos”, respectivamente.

Valenzuela explicó que “el agrupamiento por habilidad es una práctica inequitativa e ineficiente en términos del rendimiento académico global de la escuela. En ese sentido, en ambientes escolares más desfavorables con menores barreras de entrada y de gran volumen presionarían por el uso de estas prácticas”.

El académico subrayó que “en el estudio pudimos ver que el promedio de notas es altamente diferenciado en establecimientos que ordenan a sus alumnos de acuerdo a sus habilidades, lo que tiene como consecuencia diferencias sustantivas en el SIMCE y que también genera tasas de repitencia altamente diferenciadas en enseñanza media”.

Por su parte, Ernesto Treviño indicó que “en nuestro estudio encontramos nueve escuelas efectivas que lograron cerrar brechas a lo largo de la trayectoria escolar y las aulas que analizamos son bien tradicionales”. Sin embargo, el académico, que además es Investigador principal del Centro Justicia Educacional, subrayó que “necesitamos reflexionar sobre nuestras prácticas de inclusión, y así dilucidar qué es lo que queremos lograr con los estudiantes. Este será un camino largo”.