La escritura es una competencia fundamental para la participación en la sociedad actual. Su aprendizaje es un proceso complejo que no ocurre naturalmente. En este proceso, las escuelas juegan un rol clave, porque son un espacio para la cultura letrada en donde circulan diversas concepciones y funciones de lo escrito.
En ese contexto, el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE) y la Fundación Educacional Arauco, realizaron una investigación –financiada por FONIDE del Ministerio de Educación- en la que analizaron casos de escuelas de alto rendimiento desde el punto de vista de los resultados de los alumnos de sexto básico en el SIMCE.
Los resultados fueron presentados por las investigadoras principales del proyecto, Gabriela Gómez y Carmen Sotomayor, el miércoles 18 de mayo en el seminario “Enseñanza de la escritura en escuelas de resultados destacados” , que se realizóen el Hotel Plaza San Francisco.
Se estudiaron los casos de seis escuelasque agregaban valor a los resultados de los alumnos en esa materia. En ellas, se analizaron las prácticas de enseñanza, las concepciones y la cultura en torno a la escritura, mediante entrevistas a docentes y directivos, observación de clases, grupos focales con niños y análisis de sus escritos.
“Estos resultados subrayan la importancia de mejorar el diálogo entre las prácticas personales de escritura y las actividades didácticas del aula: al ignorar las primeras, los docentes pierden oportunidades claves para una enseñanza de la escritura con mayor sentido para los alumnos que la posicione pedagógicamente no solo como una técnica a dominar sino que como una cultura de la cual participar”, explica la investigadora del CIAE y responsable del proyecto, Gabriela Gómez.
Para Carmen Sotomayor, investigadora del CIAE, los resultados indican que “lo más importante es que los niños escriban,; hay que dar tiempo a los niños para que produzcan y permitirles experimentar.
Agregó que también son importantes “la retroalimentación oportuna, mostrando con las prácticas que la escritura es un proceso”.
Los factores
El estudio concluyó que los establecimientos se caracterizaban por contar con equipos directivos que son figuras de liderazgo y con docentes con altas expectativas y confianza respecto del potencial de aprendizaje de todos sus alumnos, que generaban ambientes positivos en el aula.
Por otro lado, el estudio encontró que los niños dan gran importancia al rol creativo de la palabra y que parte importante de sus actividades cotidianas están vinculadas a la escritura, tanto para comunicarse como para expresarse. En este contexto, la tecnología juega un rol central, siendo su medio preferido para escribir.
Sobre esto, la investigadora del CIAE y Premio Nacional de Educación, Beatrice Avalos, quien comentó los resultados del estudio, afirmó que “las formas de enseñanza de la escritura son muy tradicionales, los niños buscan desviaciones para escribir sobre los temas que les interesan, que no necesariamente son los formales. Las escuelas están muy sujetas a normas que hacen que la tarea de escribir se parezca a otras tareas escolares, hay que matizar porque los niños valoran las actividades de escritura libre, hay que generar ese ambiente, creer que ellos pueden”.
En general, se identificaron seis factores comunes que permitían abordar la enseñanza de la escritura con una mirada más compleja: clima del aula y escuela; perfil de los docentes; expectativas sobre el aprendizaje; conceptualización de la escritura; los niños y la escritura; y el rol modélico de los padres. El último factor destaca la importancia de la familia en las concepciones de la escritura de los alumnos. Ante la pregunta sobre a quién conocen que “escriba bien”, la mayor parte de los niños responde refiriéndose a su madre o padre. Además se pudo apreciar que si bien existen numerosas estrategias y acciones vinculadas a la escritura, éstas pueden no estar intencionadamente relacionadas con su enseñanza. En otras palabras, la escritura es entendida como parte de un mismo conjunto con la lectura y se le asocia con su expresión formal, ortográfica y caligráfica.