Estudio inédito sobre trayectorias de establecimientos escolares en vinculación y aprendizajes tras la pandemia.

Un estudio inédito analizó las trayectorias de todos los establecimientos escolares chilenos entre 2012 y los primeros años post pandemia, estudiando el efecto de la pandemia tanto a nivel individual (en las tasas de repitencia, desvinculación e inasistencia crónica) como de los establecimientos y las estrategias que éstos implementaron.
El estudio, realizado por investigadores del CIAE del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile y del centro Líderes Educativos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, fue financiado por FONIDE del Ministerio de Educación.
Para el estudio se creó un panel de datos que unió los datos de los años 2012, 2018, 2022 y 2023 para todos los establecimientos de educación básica y media reconocidos por el Ministerio de Educación de Chile. A nivel general, el estudio encontró que, pese a que el 35% de los establecimientos tuvo pérdidas en vinculación y aprendizajes, a nivel general el 20% logró mejoras en ambos ámbitos después de la pandemia. Esto, para el director del CIAE de la U. de Chile y uno de los autores del estudio, Juan Pablo Valenzuela, es de un enorme valor, considerando que a nivel global se perdió, en promedio, el equivalente a medio año de aprendizaje y la inasistencia grave de los estudiantes se triplicó. “Tenemos el desafío de sostener la mejora escolar y masificarla y esa voz la pueden dar los propios protagonistas de la mejora”, sostiene Valenzuela.
A nivel individual se analizaron la repitencia, desvinculación e inasistencia crónica. A nivel de instituciones educativas, se analizaron las trayectorias en básica y media en las dimensiones de aprendizajes y de vinculación. Además, se hizo un estudio de casos para identificar establecimientos que hayan logrado trayectorias de mejoramiento en ambas dimensiones, con equidad de genero y valor agregado (en comparación con establecimientos de su mismo NSE), con el objetivo de identificar aquellos factores clave detrás de estas experiencias de resiliencia.
Algunas de las conclusiones del estudio:
- El promedio nacional de inasistencia crónica se duplicó, pasando de 5,5% en 2018 a 11,5% en 2022, con tendencias muy similares en todas las dependencias de los establecimientos, situación que se revierte muy gradualmente en 2023.
- La tasa general de desvinculación del sistema regular de educación, la cual se había reducido entre 2006 y 2018, se acrecienta sostenidamente en 2022 y 2023, pasando de 0,3% en 2018 a casi 0,5% en 2023, alza que es más aguda en la educación pública.
- A nivel de establecimientos, el 39% de instituciones en educación básica y 35% en educación media presenta deterioro tanto en los aprendizajes y como en vinculación; y el 40% en una sola dimensión.
- En cuanto a las experiencias resilientes, se enconttró que éstas se explican más por innovaciones postpandemia que por altos desempeños previos y que las estrategias usadas por los establecimientos están basadas en 6 ejes clave:
1. Adaptación rápida al contexto virtual, priorizando tanto el aprendizaje como la comunicación constante con estudiantes y familias, considerando el bienestar emocional como base del aprendizaje.
2. Uso de recursos internos y externos y fortalecimiento de redes colaborativas para lograr enseñanza y apoyo socioemocional efectivos.
3. Trabajo colaborativo entre docentes y equipos interprofesionales para responder de forma integral e individualizada a las necesidades de los estudiantes.
4. Fortalecimiento del uso de datos para gestionar mejoras escolares con una mirada integral e individualizada.
5. Compromiso con la equidad y la inclusión, eliminando barreras para estudiantes vulnerables y fortaleciendo los equipos PIE.
6. Liderazgo distribuido y cuidadoso, con visión compartida, alta participación de la comunidad escolar y fortalecimiento institucional para enfrentar los desafíos del nuevo contexto.
Recomendaciones de políticas públicas
“El estudio permite entregar un diagnóstico y aprendizajes, así como identificar políticas públicas en un doble contexto del sistema educativo chileno: a nivel individual y de establecimientos educativos”, agrega Juan Pablo Valenzuela.
Otro hallazgo relevante es que el uso de datos, por parte de los establecimientos, debe ser enfocado en la identificación oportuna y temprana de estudiantes con bajo desempeño o con riesgos de interrupción de trayectorias, en miras de una intervención individualizada.
En ese sentido, los autores del estudio recomiendan continuar el monitoreo de las trayectorias del estudiantado, los establecimientos y los territorios, para identificar grupos críticos y grupos desde los cuales recoger aprendizajes para el sistema educativo, así como diferenciar estrategias de acompañamiento según las necesidades particulares de las escuelas.
El estudio fue presentado en el Seminario Trayectorias educativas postpandemia: aprendiendo de la resiliencia escolar el jueves 12 de junio en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso sede Santiago, que contó con la participación del Director del Centro de Estudios Ministerio de Educación, Sebastian Araneda; del Secretario Ejecutivo Agencia de Calidad de la Educación, Gino Cortez; la Directora Centro Líderes Educativos, PUCV, Carmen Montecinos; Carolina Vidal, Directora del Liceo Luis Álava de la comuna de Florida, Región del Bíobío; Alejandra Meyer, Investigadora del Centro de Justicia Educacional de la PUC y miembro del Observatorio de Trayectorias Educativas; y de los autores del estudio Patricio Rodríguez, académico del IE e Investigador CIAE, Universidad de Chile; Francisco Meneses, investigador asistente del CIAE; María Eugenia Rojas, investigadora post doctorante de la PUCV y CIAE; y Juan Pablo Valenzuela.
El equipo que realizó el estudio estuvo integrado por Juan Pablo Valenzuela, Patricio Rodríguez, Francisco Meneses, Claudio Allende, Alexis Villanueva y Danilo Kuzmanic (del CIAE), Susana Claro (de la Escuela de Gobierno de la UC) y María Eugenia Rojas y Carmen Montecinos (CIAE y PUCV).